LA LONDON PHILARMONIC Y VLADIMIR JUROWSKI IMPRESIONAN EN EL CICLO DE ORQUESTAS DEL MUNDO DE  IBERMÚSICA

Auditorio Nacional, 27 de Noviembre de 2019

  • BRITTEN Concierto para violín op 15
  • MAHLER Sinfonía nº 5 
  • Solista Vilde Frang, violín
  • Auditorio Nacional 28 de Noviembre de 2019
  • ELGAR Concierto para violín op 61
  • SHOSTAKOVICH Sinfonía nº 11 “El año 1905”  
  • Solista Nicola Benedetti, violín
  • Orquesta Filarmónica de Londres
  • Vladimir Jurowski, director

Gracias a IBERMÚSICA hemos tenido la enorme fortuna de asistir a dos imponentes conciertos, por repertorio y calidad musical indiscutible, de la Filarmónica de Londres, admirablemente dirigida por  su titular, el director ruso Vladimir Jurowski, una batuta en alza en el panorama internacional, con toda justicia.Los programas , extensos, estaban integrados por obras maestras del último romanticismo  del siglo XIX y comienzos del siglo XX.

En el primer concierto, pudimos escuchar una excelente versión del magnífico Concierto para violín op 15 de Britten, con la excelente actuación de la joven y notable violinista noruega Vilde Frang, artista de gran proyección internacional, que tocó con un violín francés, un Vuillaume de  1866, de bello sonido, y muy apropiado para el repertorio romántico-moderno.Su fraseo fue riguroso, con una soberbia acentuación y un absoluto respeto a las indicaciones dinámicas, de “tempo” y matices del compositor inglés. El acompañamiento de la LPO fue idiomático y colorista, con un Jurowski sobrio y que arropó muy bien a la solista.En la segunda parte de este concierto tuvimos la oportunidad de asistir a la audición de una extraordinaria versión de la maravillosa Quinta Sinfonía de Gustav Mahler, una de las obras capitales no solo de Mahler, sino de todo el género sinfónico. Jurowski obtuvo de la orquesta en esta magna obra, una formidable respuesta orquestal, en la que la LPO, una orquesta brillante, sólida, dúctil, de gran solvencia y experiencia, sin alcanzar el nivel de una Filarmónica de Viena, brilló a gran altura en el tomentoso segundo movimiento, así como en  el tercer movimiento Scherzo, donde Jurowski fue capaz de recrear el inclasificable y original universo mahleriano. El célebre Adagietto obtuvo una interpretación sobria, lírica, de tempo lento pero lejos del almibaramiento: bellísimo. El Finale fue resuelto, brillante, festivo, lleno de emoción e intensidad. Jurowski demostró dominar esta excelsa partitura y nos  transmitió el alma mahelriana con todo su color y contrastes.

En el segundo concierto, tuvimos la oportunidad de escuchar el majestuoso y dramático Concierto para violín op 61 de Elgar -dedicado al  legendario violinista Fritz Kreisler- terriblemente complejo tanto en lo técnico como en lo estético. Aquí presenciamos la extraordinaria actuación de la también joven y ya eminente violinista británica Nicola Benedetti -que tocó con un violín Gabriel Stradivarius de 1717, de noble y penetrante sonido- que superó todas las dificultades técnicas de la partitura y nos ofreció un fraseo elegante y apasionado, con una interpretación soberbia de agilidades y “cadenzas”. Nos regaló un  nostágico bis, un “folk tunes” o aire británico, de una soberana belleza. El acompañamiento orquestal de la LPO  y de Jurowski fue modélico, con la tensión y la grandiosidad que esta obra requieren.

Para finalizar, asistimos a un soberbia interpretación de la Sinfonía nº 11 de Dmitri Shostakovich, de la que Jurowski se erigió como un egregio traductor, tanto en la planificación y análisis de la mera ejecución de la obra, como en lo estrictamente interpretativo,  así como en las señas de identidad artístico-emocionales de esta sin par Sinfonía: dolor, amargura, energía , formidable sentido épico, lirismo… Toda la Filarmónica de Londres brilló a gran nivel, con sobresalientes actuaciones del metal, cuerda y percusiones, especialmente en el segundo y tercer movimientos. Formidable e imponente, un Shostakovich para recordar.

LUIS AGIUS

Martha Argerich, piano

Mate Bekavac, clarinete

Kremerata Báltica

Ciclo grandes intérpretes Scherzo

Auditorio Nacional, Madrid, 26 de Noviembre.

Martha Argerich es una leyenda viva del piano.Pertenece a la “cosecha del 42”, de la que disfrutamos de  otros pianistas tan formidables como ella, que también han alcanzado el “Olimpo de la Música”, Maurizio Pollini y Daniel Barenboim.El virtuosismo, la técnica portentosa, la “bravura”, el fuego  y el apasionamiento de sus interpretaciones, unido a una gran elegancia, una sutil sensibilidad y un bellísimo sonido, quedaron patentes en el interesante y peculiar concierto del Ciclo de Grandes Intérpretes de Scherzo, pues Argerich, actuó únicamente en la segunda parte del mismo. En la primera parte, la orquesta de cuerdas “Kremerata Báltica” – fundada por el famoso violinista, también de larga carrera Gidon Kreme-interpretó un arreglo del propio Kremer de la Cachona de la partita nº 2 de Bach, muy respetuoso con el original – y que partía de la transcripción para piano de Busoni y una magnífica Sinfonía de cámara nº 4 op 153 del gran compositor ruso (de origen judío-polaco) Mieczyslaw Weinberg, para cuerdas y clarinete”obligatto” con una notable actuación del clarinetista esloveno Mate Bekavac, de sonido redondo, penetrante y gran virtuosismo. Sin embargo, fue la aparición de Argerich en la segunda parte lo que nos transportó de un buen concierto, al parnaso de la música. Argerich tocó primorosamente la Partita nº 2 de Bach (que ya le habíamos escuchado hace unos años en Madrid), un privilegio, pues de todos  los melómanos es sabido que la gran Martha desde hace mucho tiempo no ofrece recitales de piano en solitario, sino conciertos con orquesta o recitales de cámara. Doppo Bach, vino Liszt, en una admirable arreglo para cuerdas (y triángulo) de Gilles Coillard del exigente y bello Concierto para piano nº 1  de Liszt, del que Argerich ha sido intérprete consumada a lo largo de toda su carrera. Su versión fue fogosa, y a la par delicada, modélica, puro Liszt con lucimiento técnico volcado en la sensible expresión romántica. Los bises, en la apoteosis que siguió de ovaciones continuadas, fueron de ensueño: una extraordinaria Gavotta de la Suite Inglesa nº3 de Bach y una formidable, vertiginosa  y exquisita Sonata K 141 en re menor, “Toccata” de Domenico Scarlatti. Escuchar para creer, ver para disfrutar de esta leyenda viva del teclado. Esperamos con ansiedad de nuevo su retorno.

LUIS AGIUS

Schubert: Stabat Mater  en sol menor D 178

Schubert Sinfonía en si menor » Incompleta» D 759

Schumann Misa Sacra en mi menor op 147

Balthasar -Neumann Chor and Ensemble

Thomas Hengelbrock, director

DEUTSCHE HARMONIA MUNDI 88985417492

El sello DEUTSCHE HARMONIA MUNDI presenta un atractivo disco compacto, de notable interés por el acoplamiento inhabitual de extraordinarias obras musicales de Schubert y Schumann, en interpretación de los sensacionales conjuntos vocales e instrumentales Balthasar Neumann Chor y Balthasar Neuman Ensemble, dirigidos magníficamente por Thomas Hengelbrock, gran especialista en música barroca y clásica y que se adentra en ocasiones como esta que nos ocupa en el repertorio clásico- romántico. De este modo tenemos oportunidad de escuchar una interpretación sobria, contenida, pero imponente y emotiva en su justa expresión dolorosa del maravilloso Stabat Mater de Schubert (1815), una pieza breve, pero de magistral escritura para coro mixto, de una concisa y sólida armonía y de  una belleza solemne e impactante, sin manierismos ni grandilocuencia. Después pasamos a disfrutar en este registro de una dramática versión, de grandes contrastes, de la celebérrima Sinfonía Incompleta de Schubert, para muchos la última sinfonía clásica y la primera romántica ( honor que quizá merece la Sinfonáa Fantástica de Berlioz) cuyo misterio sobre si está verdaderamente inconclusa o no está aún por aclarar y es objeto de eterno debate entre críticos, musicólogos y melómanos. El primer movimiento, siempre sobrecogedor, está  bien resuelto, con una ejecución muy historicista pero a la par visionaria y moderna donde priman la sobriedad y la expresión dramática del “callejón sin salida”, la angustia existencial schubertiana. El bellísimo Andante es muy lírico y muy clasicista en esta versión, pero muy disfrutable, de un tempo más liviano de lo habitual en otras interpretaciones.Esta versión no supera la de los grandes maestros como Carlos Kleiber , Abbado, Muti, etc pero se acerca a los criterios de un Harnoncourt, más historicistas. Por último escuchamos una  muy bella ejecución de la Misa op147, escasa e injustamente tocada y grabada por su gran belleza.Sensacional actuación del coro, muy empastado, y muy buena dirección musical, cuidadosa, sólida y rigurosa de Hengelbrock. Disco compacto muy interesante y excelente grabación.

LUIS AGIUS

Chopin: Etudes, op 25

Albéniz: Cuaderno nº 3 de “Iberia”

Stravinsky: Tres movimientos de “Petrouchka

Beatrice Rana, piano

Ciclo Grandes Intérpretes de Scherzo

Auditorio Nacional de Madrid, 12 de Noviembre  de 2019

La joven y gran pianista italiana Beatrice Rana nos cautivó con una sensacional actuación dentro del Ciclo de Grandes Intérpretes de Scherzo enfrentándose a páginas para piano de extrema dificultad técnica y estilística y que requieren extraer del piano un extraordinario colorido, además de ser transmitidas al oyente con notables dosis de  elocuencia, solidez y sensibilidad.

Todo esto lo logró Beatrice Rana con asombrosa naturalidad y facilidad, con una ejecución limpia e impecable, de tempi mesurados en Chopin donde otros virtuosos logran una interpretación quizá más brillante, y arrolladora de sus Estudios op 25 pero sin que los resultados sean necesariamente más convincentes, ya que la joven pianista italiana, derrochó sensibilidad, buen gusto, elegancia y pasión, todos ellos rasgos típicamente chopinianos.

Asimismo, en los Tres movimientos de Petrouchka de Stravinsky, Rana estuvo soberbia, realmente apabullante tocando con brío, impulso rítmico y un colorido sensacional que nos hizo olvidar completamente la versión orquestal  y nos hizo recordar la versión que hace muchos años ofreció de estas piezas otro formidable pianista italiano, el gran y ya legendario Maurizio Pollini.

Y en lo que respecta a Albéniz, compositor con el que abrió la memorable segunda parte del recital, la italiana ofreció una lectura del Tercer Cuaderno de Iberia  muy idiomática con un Polo para el recuerdo, soberbiamente acentuado, al igual que el Albaicín, de un estilo impresionista espléndido y un contundente y resuelto Lavapiés.Esta última pieza es un  auténtico tour de force técnico que Beatrice superó con gran bravura y noble expresividad.

En definitiva colosal concierto y colosal pianista. Y la mejor noticia para los melómanos, aunque no sea muy galante divulgarlo: Beatrice Rana solo tiene 27 años. Brava, Beatrice!!

LUIS AGIUS

Ravel Miroirs beatrice rana The Firebird

Beatrice Rana  interpreta piezas y transcripciones para piano  de obras orquestales de Maurice Ravel e Igor Stravinsky 

Ravel: “Miroirs”; “La Valse”

Stravinsky: “El pájaro de fuego”; “Tres movimientos de Petrouchka”

Beatrice Rana, piano

 Warner Classics CD  0190295410698

Warner Classics presenta un nuevo disco compacto de la joven y gran pianista italiana Beatrice Rana, esta vez dedicado a piezas y transcripciones para piano  de soberbias obras de dos de los mayores compositores del siglo XX, Maurice Ravel e Igor Stravinsky. De Ravel escuchamos en los dedos de Beatrice Rana “Miroirs” una maravillosa colección de piezas impresionistas de asombrosa dificultad técnica y gran colorido, algunas de los cuales Ravel orquestó con gran maestría. Destaca por su brillante ejecución la “Alborada del Gracioso” y por su capacidad de introspección “Une barque sur l ócean, “ y “Noctuelles” de gran lirismo. Asimismo y como colofón al registro, escuchamos una magnífica transcripción del fabuloso poema sinfónico para orquesta “La Valse” en el que Ravel  metamorfosea el lenguaje y estilo del vals vienés, de gran belleza y potencia expresiva, al que va progresivamente convirtiendo en una sublime, poderosa y frenética pieza impresionista de vanguardia. La versión de Rana es de altísimo virtuosismo, sin perder un ápice de elegancia y muy colorista.

Por otro lado, la excelsa pianista italiana nos deleita con los extraodinarios y dificilísimos técnicamente “Tres movimientos de Petrouchka” que Igor Stravinsky adaptó para piano, procedentes de su extraordinario ballet del mismo título, cuya partitura orquestal es de una riqueza tímbrica y rítmica apabullante. Aquí Rana luce una técnica portentosa, pero sin que el sonido sea agresivo , como ocurre con otros pianistas. La suya es una interpretación modélica, muy moderna en el concepto, pero en la que prima el color y la musicalidad sobre el exhibicionismo técnico. Asimismo, escuchamos unas espectaculares transcripciones de tres famosos fragmentos de “El pájaro de fuego” (Danza infernal de Katschei”, “Berceuse” y “Finale” en acertado arreglo del compositor italiano Guido Agosti) en las que Beatrice Rana luce su espléndida técnica y dominio del color en el piano, con una maravillosa acentuación y digitación y un hermoso y ajustado fraseo. En definitiva, disco compacto, magnífico, bellísimo, por repertorio e interpretación, absolutamente imprescindible para los amantes del repertorio de dos maestros del siglo XX, Ravel y Stravinsky, que abrieron el camino a las vanguardias musicales, y que por cierto, no han sido superados ni en su lenguaje, ni en su sonoridad, ni en  su estética. Excelente grabación.

LUIS AGIUS

L ´Elisir  D´Amore ” de Gaetano Donizetti, ópera basada en “Le Philtre” de Auber

  • Función del 8 de Noviembre de 2019
  • Teatro Real de Madrid
  • Producción del  Teatro Real de Madrid en coproducción con el Palau de Les Arts de Valencia
  • Dirección de escena: Damiano Michieletto
  • Escenógrafo Paolo Fantin
  • Iluminación Alessandro Carletti

Elenco

  • Nemorino Juan  Francisco Gatell 
  • Adina Brenda Rae 
  • Belcore Alessandro Luongo 
  • Dulcamara Erwin Schrott

Orquesta y Coro del Teatro Real Gianluca Capuano, director musical

Vistosa, atractiva, original y divertida función de “L´Elisir d´amore”(1832) de Gaetano Donizetti  la que hemos tenido la ocasión de disfrutar en el Teatro Real de Madrid dentro de su programación regular, con una espléndida producción y puesta en escena, y un alto nivel músico-vocal.Sin duda el “Elisir d´amore” es uno de los títulos “belcantistas” más famosos y apreciados por el público.El género “belcantista “ debe su nombre a aquellas óperas en las que el lucimiento vocal que se hace desplegar a los cantantes prima sobre el  libreto,la acción dramática y el acompañamiento orquestal y fue muy del gusto del público romántico de comienzos del XIX,hasta que el género operístico se hizo más sólido musicalmente con Verdi y no digamos ya, con Wagner a mediados del citado  siglo.El “Elisir” ópera liviana, de flojo libreto, muy humorística, y repleta de escenas, coros y arias  brillantes y memorables (como la famosísima aria para tenor “Una furtiva lacrima”) es uno de los títulos “belcantistas” que los públicos más reclaman en las programaciones de los teatros y que permiten un mayor lucimiento vocal de los cantantes (hay otros como Lucía de Lamermoor , Norma, La fille du regiment,etc que constituyen la cima de este subgénero dentro de la Opera del XIX, pero que no dejan de ser ópera un tanto menores al lado de los colosos Wagner y Verdi y de la Grand Opera  francesa)

Sin embargo, en la magnífica función del Real, siendo muy notable el elenco de cantantes, lo que brilló fue la puesta en escena de Damiano Michieletto y la escenografía de Paolo Fantin, ambas realmente sobresalientes en todos los sentidos: originalidad, creatividad, grandes dosis de humor,contemporaneidad-la acción transcurre en la actualidad en una estupenda playa de la costa mediterránea, más española o valenciana que italiana, con todos los elementos, chiringuito, muy elegante y “chic” por cierto, incluido- estupendos figurines, un movimiento escénico de cantantes, coro y figurantes dinámico y coherente, con todas las acciones y escenas muy bien resueltas, la aparición en escena de elementos sorprendentes que levantaron las sonrisas del espectador –las gigantescas latas de “elixir” de Dulcamara, el doctor “recetamilagros”, el jeep del propio doctor, la gigantesca tarta de bodas inflable-  y una formidable iluminación-inmejorablemente sincronizada con música y acción-creando siempre los ambientes apropiados,que lejos de distraer, condujeron el desarrollo de la función por un camino de amenidad sensibilidad, humor, y calidez, que satisfizo plenamente a los espectadores.Respecto al elenco de cantantes , excelente Brenda Rae como Adina, con una magnífica proyección de los agudos y un bello fraseo y canto “a mezza voce”, un soberbio Schrott como Dulcamara,pletórico de voz y sensacional actor, correcto Luongo, y bien en la actuación, pero muy justo  y con grandes carencias en lo vocal, el tenor hispanoargentino Gatell, de timbre más bien feo, sin excesiva potencia ,y corto de agudos que cantó con intimismo y aplicación “Una furtiva lacrima”,  pero sin hacernos olvidar a Juan Diego Flórez, insuperable en este aria y en el repertorio belcantista en general.Excelente dirección musical del maestro italiano Capuano, sólida, rigurosa, meticulosa, sin aspavientos , brillante pero sin caer en la chabacanería de la que a veces se abusa en el acompañamiento orquestal de los títulos belcantistas de Bellini o Donizetti.Bien coro y orquesta.En resumen, magnífica función de “bel canto”,en la que, paradójicamente , triunfó  la sensacional puesta en escena que convirtió el Teatro Real de Madrid en “ELIXIR BEACH”

LUIS AGIUS

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Royal fireworks

Obras de G.F. Haendel , J.S.Bach , G.Ph. Telemann y Henry Purcell

Alison Balsom, trompeta

 The Balsom Ensemble

WARNER CLASSICS  0190295370060

Qué disfrute, qué deleite, entre tanto ruido atronador, y entre tanto mal uso de un tan noble instrumento como es la trompeta, el que nos proporciona la gran virtuosa de este instrumento, Alison Balsom, interpretando soberbiamente obras capitales, magníficas e inmortales del repertorio barroco, como la majestuosa Música para lo Reales Fuegos Artificiales de Haendel, imponentes fragmentos instrumentales-y corales- del maravilloso Oratorio de Navidad de Bach, y preciosos conciertos y sonatas de Telemann y Purcell. La trompeta se impone por su brillo, su incandescencia, su limpio y prístino virtuosismo, su potencia sin estridencia, su sonido penetrante-con una afinación perfecta- pero también por su intimismo en algunos corales (como el de la cantata BWV 147, “Jesu bleibet meine freude”) arreglada para esta grabación. En efecto, Balsom luce un virtuosismo espectacular en Bach y Haendel, pero siempre con un fraseo elegante y sensible: no hay espacio para el espectáculo fácil, aunque el disco compacto es en sí mismo un delicioso espectáculo Excelente acompañamiento instrumental del conjunto de instrumentos de época The Balsom Ensemble, magníficamente dirigido por Balsom, ofreciéndonos un sonido esplendoroso- y un fraseo hermosísimo- que recrea el que posiblemente escucharon los contemporáneos de los genios del Barroco musical.Lady Balsom, no se puede tocar mejor: ¡¡Bravo!! Grabación extraordinaria, de gran espectro dinámico y fidelidad. Recomendación total por la inmortal belleza de las obras interpretadas y la formidable ejecución.

LUIS AGIUS

Jonas Kaufmann 'Wien'

“WIEN”

Un placentero viaje a la capital de la música de la mano de Jonas Kaufmann

Arias y escenas de operetas y melodías vienesas de Johan Strauss, Lehar,Stolz,Leopoldi, Weinberger, May y otros (Sangre Vienesa, Una noche en Venecia, La viuda Alegre, etc)

Jonas Kaufmann, tenor

(Sangre Vienesa. Wiener Blutt ,con la intervención de la soprano Rachel Willis Sorenson)

Orquesta Filarmónica de Viena

Adam Fischer, director

Viena, la histórica capital de Austria, imperial, majestuosa, romántica, serena, vanguardista y clásica a un tiempo, puerta al este de Europa, sede de la geopolítica mundial-OPEP-y sobre todo y por encima de todo la capital de la música desde el siglo XVIII, no en vano todos los grandes compositores en un momento u otro tocaron, vivieron, anduvieron por sus calles, pasearon por sus parques, disfrutaron en sus teatros o están enterrados en sus cementerios, Viena, la eterna metrópoli del Arte es la protagonista indiscutible, de la mano del gran tenor alemán Jonas Kaufmann de su último lanzamiento discográfico internacional (Sony Classical) en el cual rinde tributo a la capital austríaca y la toma como protagonista, partenaire y amante  gracias a espléndidas arias y escenas de operetas vienesas,   y dulces canciones y melodías populares de cabaret vienés, bien servido para la ocasión del champagne, pasteles, tartas, chocolates y cafés , en interminables e ininterrumpidos ocasos y amaneceres musicales.

En efecto Kaufmann nos hace viajar musical, sensorial y sentimentalmente a Viena interpretando magníficamente arias, y escenas  de fabulosas operetas vienesas debidas a la pluma del inmortal Johann Strauss y otros grandes compositores vieneses como Lehar, Stolz, Kalman, etc, deleitándonos con su fraseo lucido, su  potencia y brillantez vocales y la cautivadora belleza del timbre de su voz, felizmente recuperada tras un período de enfermedad. Este disco compacto es un bellísimo tributo a Viena en cuya Opera -uno de los teatros más importantes del mundo- Kaufmann ha triunfado de manera constante en los últimos años con óperas de Wagner, Puccini, Massenet y Verdi, y  es asimismo un registro en el que el gran tenor rememora su infancia, pues el cantante se crió escuchando estas bellas y cautivadoras melodías vienesas.Más allá del tópico , declara el propio Kaufmann en una entrevista que figura en el folleto del disco compacto, todavía existe una Viena de siempre -en la que tomar un mokka en uno de sus maravillosos cafés- que no ha sido devorada por el turismo masivo.

El acompañamiento orquestal da la Filarmónica de Viena es suntuoso y espectacular, ofreciéndonos  la música vienesa en todo su esplendor, pero debidamente estilizada y llena de sensibilidad, sin merma de una  enorme brillantez, gracias a la experta batuta de Adam Fischer, un extraordinario director. Un auténtico bombón musical, para disfrutar  con el sueño y el espíritu, del eterno encanto y dulce nostalgia de una ciudad auténticamente incomparable: Viena.

LUIS AGIUS

Integral de las Sonata para piano de Ludwig van Beethoven (1770-1827)

Sonatas nº 1-32, del opus 2 al opus 111 (1795-1822)

IGOR LEVIT, piano

SONY CLASSICAL  Caja de 9 CD 190758431826

Todo gran pianista que se precie ha grabado en alguna ocasión alguna de las maravillosas Sonatas para piano, que en número de 32 ,nos dejó Beethoven y que constituyen uno de los legados artísticos más monumentales de la historia de la música y del arte.En estas obras, que cubren los tres períodos en que se divide habitualmente la carrera musical de Beethoven-joven virtuoso hasta su sordera en 1802, período de madurez desde 1802 hasta la Missa Solemnis y la Novena Sinfonía y su visionario período final con los últimos cuartetos- se refleja toda la cosmovisión artística beethoveniana, titánica, vibrante, dramática, y su ciclópea capacidad musical para construir nuevos edificios musicales, que ejercerá una poderosísima influencia en los siglos venideros.A la par, su lirismo, su humanismo, su panteísmo, están presentes en estas páginas, donde toda la técnica del piano está explotada al máximo.Pues bien, ante semejante “corpus” musical se ha enfrentado el joven y extraordinario pianista alemán de origen ruso Igor Levit, ya elogiado desde el Parnaso de las Artes por otras grabaciones, de la mano del sello Sony Classical,con un resultado formidable.Es cierto y evidente que la competencia con los grandes pianistas delpasado siglo XX y del presente siglo XXI es feroz.Baste citar los egregios nombres de los colosales pianistas Claudio Arrau, Sviatoslav Richter, Alfred Brendel , Maurizio Pollini, Daniel Barenboim (con varias integrales grabadas) Richard Goode, Arthur Rubinstein, Murray Perahia,  y un larguísimo etc,que han sentado su magisterio tanto en las Sonatas más famosas y queridas por el público (Appassionata, Claro de luna, Patética, Waldstein, Tempestad, Hammerklavier, Los adioses, las trilogía final, 30-32, con la soberbia Sonata nº 32 y su monumental “Arietta”) como en la totalidad del ciclo.En la actualidad, esta titánica tarea de asumir la grabación de la integral de sonatas,  ha sido emprendida por pocos pianistas y Levit se ha lanzado con rigor, disciplina , introspección, virtuosismo y clarividencia a abordarla.Quizá su lectura rabiosamente actual de estas obras, absolutamente fiel al estilo beethoveniano y al clasicismo, pero muy austera,sobria, contundente y aristada, con acentos y ritmos muy marcados no sea del gusto de todos , pero es absolutamente sólida y convincente.Los movimientos rápidos son desbordantes, ligeros sin ser frívolos, de gran potencia y energía cuando la obra lo requiere:En los movimiento lentos, hay introspección , elocuencia y reflexión sin caer nunca en el almibaramiento.La visión de Levit huye tanto de lo romántico, del efecto de cara a la galería, como de lo ascético.Es arrolladora, pero rehúye el espectáculo.En general los tempi son muy ligeros y esto quizá sea sorprendente , pero una repetida escucha acaba convenciendo al oyente de que Beethoven realmente lo quiso así.El impulso rítmico que imprime Levit nos recuerda al Beethoven más resuelto y decidido.Lasprofundidades abismales de Sonatas como la nº 29  “Hammerklavier” el “Gesangvoll” de la Sonata nº 30 ,el movimiento lento de la Appasionata, la hondísima  y virtuosística “arietta” de la 32 , se combinan con la frescura de la interpretación de las primeras Sonatas (maravillosas Sonatas op 2,  nº 1, 2y 3) sensacional la nº 21 Waldstein, plena de vigor e irresistible alegría , volcánica “Appasionata” (Sonata nº 23) cuyo final es verdaderamente apocalíptico, antológica “Hammerklavier” -la más difícil sonata del ciclo- por todos los conceptos, etc.El uso del pedal por Igor Levit es muy sobrio y contribuye a una claridad expositiva encomiable.Sin embargo, todo esto que comentamos no es fruto del azar o improvisación , ni se dirige a mayor gloria del pianista.Igor Levit busca el humanismo de Beethoven , inherente e ímplicito a estas preciosas joyas de la música.Y consigue transmitírrnoslo.Nos comunica titanismo, hondura, grandiosidad,pero también delicadeza, ternura, incluso humor, sin ampulosidad ni falsedad.Es un Beethoven riguroso, moderno o vanguardista en el mejor sentido,experimental incluso.Un Beethoven para el siglo XXI, un siglo convulso, pero que puede aquietarse con la audición de semejante tesoro artístico.Magnífica presentación de Sony Classical, en una caja de 9 discos compactos, con un folleto en el que se comentan una por una todas las Sonatas.Soberbia grabación, de gran espectro dinámico, fidelidad y claridad.Sin desmerecer a ninguno de los grandes pianistas citados en esta reseña, esta integral de Igor Levit es un descomunal logro de este grandísimo pianista y merece una recomendación total.No se la pierdan.

LUIS AGIUS

SOBRECOGEDOR REQUIEM

(Grande Messe des Morts )

Berlioz: Requiem John Nelson

» Requiem” de Hector Berlioz 

Michael Spyres, tenor

Coro de la Filarmónica de Londres, Philharmonia Chorus 

Philharmonia Orchestra, London

John Nelson, director

ERATO 2 CD +dvd bonus  0190295430641

Prosigue el sello ERATO distribuido por Warner Classics conmemorando el 150º aniversario de la muerte del gran compositor francés Hector Berlioz (1803-1869) uno de los grandes músicos del Romanticismo musical. En esta ocasión nos llega el registro de otra de sus monumentales obras, su sobrecogedor “Requiem op 5” para tenor, dos coros y orquesta, una obra imponente que sigue los números tradicionales de la misa latina de difuntos y donde las grandes masas corales tienen una participación decisiva y majestuosa como en otras de sus obras. Berlioz, gran orquestador compone asimismo una partitura orquestal plagada de efectos de gran impacto, pero la obra no es pura tramoya o espectáculo como podría suponerse o como se buscaba tanto en la época romántica del XIX. Se trata de un “Réquiem” de profundo lirismo y recogimiento,  si bien con algunos estallidos de gran potencia sonora y vocal, pero de una atmósfera lúgubre, dolorosa muy bien plasmada. La parte solista del tenor, muy lucida, está muy bien cantada por el tenor Michael Spyres. Los coros londinenses intervinientes están magníficos así, como la Philharmonia Orchestra de Londres, de sonido suntuoso. La dirección musical de John Nelson es ejemplar, matizada, colorista, perfectamente planificada, es el gran maestro “berliozano” hoy –y en ese papel ha sustituido al ya fallecido Colin Davis—La grabación, excelente, tiene sin embargo, gran reverberación, porque procede de un registro realizado en la Catedral de San Pablo de Londres. Muy recomendable.

LUIS AGIUS