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Obras de Beethoven, Saint-Saens, Dvorak y Brahms
Julia Fischer, violín
Sol Gabetta, violonchelo
BAMBERGER SYMPHONIKER
JAKUB HRUSA, director
IBERMUSICA.12 y 13 de Febrero de 2020.Auditorio nacional, Madrid.
Dentro de la temporada de IBERMUSICA, nos visitó la Orquesta Sinfónica de Bamberg ,una de las mejores orquestas alemanas del momento-cuyo origen se remonta a 1946, cuando se fundó agrupando músicos alemanes y checos sin trabajo y sin orquesta ,o que procedían de la Orquesta alemana de Praga tras la II Guerra Mundial- de sonido homogéneo, compacto y aterciopelado, de gran volumen sin resultar estridente y de una asombrosa precisión en los ataques, es decir, lo más parecido a la eximia e insuperable Filarmónica de Berlín.Estuvo, dirigida por su titular, el checo Jakub Hrusa, formidable y prometedor director.Pero vayamos por partes.
En el primero de los dos conciertos que organizó IBERMUSICA, actuó la excelente violinista alemana Julia Fischer- también concertista de piano- que nos deleitó con una maravillosa versión del hermosísimo Concierto para violín de Dvorak, luciendo un bello sonido, un extraordinario manejo del arco y un lirismo y brillantez sensacionales.Destacó el finale, elocuente, enérgico y resuelto.El acompañamiento orquestal, bajo la poderosa batuta del director checo Jakub Hrusa fue modélico, ejemplar e insuperablemente idiomático.
Después escuchamos una monumental interpretación de la colosal Primera Sinfonía de Brahms, que, pese a ser muy tocada en Madrid, hace años que no escuchábamos ejecutada con tanto brío, solidez , impulso rítmico y fogosidad, siempre dentro de un férreo control impuesto por Hrusa, que, sin embargo, obtuvo una soberbia y emotiva respuesta orquestal.Toda la orquesta brilló en conjunto, en especial el viento-madera y los metales, y la Coda del Finale fue apoteósica.
![Concierto Julia Fischer](https://parnasodelasartes.com/wp-content/uploads/2020/02/12-2-20-IBERMUSICA-008_VILINISTA.jpg)
En el segundo concierto,la Sinfónica de Bamberg ,para comenzar, nos ofreció una vibrante y dramática versión de la inmortal Obertura de Egmont, primera de las piezas que integran el op 84 de Beethoven, música incidental sobre el drama de Goethe, perfectamente planificada por Hrusa.
![](https://parnasodelasartes.com/wp-content/uploads/2020/02/12-2-20-IBERMUSICA-056_VIOLINISTA.jpg)
Tras esta monumental pieza ,escuchamos el Concierto para violonchelo op 33 de Saint -Saens , con Sol Gabetta como solista, la cual nos deparó momentos de notable elegancia y sensibilidad en el fraseo y nos asombró con su impecable y apasionado virtuosismo en el manejo del arco.Hrusa acompañó con detallismo, delicadeza y mimo, arropando a la solista y creando una atmosfera romántica de notable elegancia, cuando la ocasión así lo requería.
Finalmente ,el extraordinario director checo nos mostró el poder musical de su batuta y su innata musicalidad, dirigiendo una formidable interpretación de la magnífica Sinfonía nº 7 de Dvorak , obra de gran aliento romántico, poderoso pathos eslavo, plagada de bellas melodías y motivos musicales y pasajes brillantes.La respuesta orquestal fue soberbia , y tan idiomática y fiel al estilo, que parecía que estuviéramos escuchando a la Filarmónica Checa o a cualquier otra excelente orquesta eslava.Gran éxito en todos los sentidos, solistas , orquesta, un excepcional director con un futuro que se augura ilimitado, destinado a dirigir todavía mejores conjuntos que la extraordinaria orquesta de Bamberg y conciertos , en definitiva,en los que nos reencontramos con dos viejos amigos, indispensables en nuestra cotidiana vida musical: Dvorak y Brahms.
LUIS AGIUS