Sonatas para violín y piano de op 30/3 (nº8), op 47 «Kreutzer»(nº 9) y op 96 (nº 10)

Leonidas Kavakos, violín

Enrico Pace, piano

Continúan los fastos del “año Beethoven” e IBERMÚSICA nos ha ofrecido un sensacional recital del formidable violinista griego Leonidas Kavakos, del que hace pocas fechas comentábamos en estas mismas páginas su admirable grabación del maravilloso Concierto para violín y orquesta op 61 de Beethoven, el único  que compuso el gran compositor alemán, obra majestuosa, llena de belleza y de una construcción musical antológica, además de contener una de las partes solistas para violín más exigentes  en lo técnico y hermosas en lo musical de la historia del repertorio para este instrumento.

En esta ocasión hemos podido escucharle las hermosísimas Sonatas para violín y piano números 8 (op 30/3) nº 9 op 47 “Kreutzer” ( la joya de la corona de esta colección de música de Beethoven destinada al violín y el piano ) y la deliciosa sonata nº 10 op 96 en sol mayor, una obra menos interpretada y plagada de bellezas. Kavakos lució un sonido bellísimo, un fraseo muy depurado, de corte muy clásico,  pero a la par, con una concepción muy moderna y rigurosa de las partituras de Beethoven en cuanto a ataques y acentos y con un  soberbio manejo del arco. Más que brillante, Kavakos, que dio muestras de su virtuosismo, fue enérgico y elocuente, profundizando  sensiblemente en los pentagramas beethovenianos.

Los tempi fueron magníficos muy fluidos y disfrutables. Sobresaliente y soberbia interpretación de la Sonata Kreutzer, muy matizada, en particular el segundo movimiento, tema con variaciones, tocado con preciosismo, sutileza y refinamiento, después de un imponente primer movimiento. El finale resultó especialmente vibrante.

En cuanto al acompañamiento al piano de Enrico Pace, fue, en líneas generales muy pulcro, sólido, convincente, elegante y con empaque, en perfecta sintonía con Kavakos. Evidentemente no alcanza el pianista italiano la altura del insigne violinista griego, pero su fraseo fue muy bello y su espectro dinámico muy amplio. Gran éxito en una velada donde escuchamos la  verdadera esencia de la música de Beethoven de la mano de un inmenso violinista y mejor músico.

LUIS AGIUS