“La Flauta Mágica” de Wolfgang Amadeus Mozart (1791)

Libreto: Emanuel Schikaneder (y Wolfgang Amadeus Mozart)

Producción de la Komische Oper de Berlín

PUESTA EN ESCENA 

Director de escena: Barrie Kosky, junto con Suzanne Andrade y Paul Barritt, de la Compañía 1927. Producción inspirada en el cine mudo de los años 20 y en referentes del cómic y el pop art, carece de decorados y en ella los cantantes interactúan con las proyecciones de una ingeniosa película de animación.

ELENCO VOCAL: (SEGUNDO ELENCO)

  • Tamina: Anntte Frisch
  • Pamino: Paul Appleby
  • Sarastro: Rafal Siwek
  • Reina de la Noche: Rocío Pérez
  • Papageno: Andre Wolf

Se ha repuesto en el Teatro Real de Madrid la producción de la Ópera Cómica de Berlín -que pudo verse en 2016- con la original, brillantísima fascinante y desenfadada puesta en escena a cargo de Barrie Kosky y la Compañía 1927 de “La Flauta Mágica” de Mozart, (un “singspiel”, es decir, una ópera, que además de arias, coros, números concertantes, etc, posee un libreto con parlamentos o diálogos sin música, escrito por  Emanuel Schikaneder- y con aportaciones del propio Mozart-,) imbuida de elementos y valores masónicos, como la libertad, la sabiduría y la fraternidad humanas y musicalmente de una abrumadora belleza,  repleta de momentos memorables, una de las joyas de la Música y de la Ópera de todos los tiempos, aclamada desde su estreno en el otoño de 1791. En esta maravillosa puesta en escena, ”La Flauta Mágica” se transforma en una divertida película de animación  (dramático-cómica) “muda” recreando la estética de los “locos años 20” en el Berlín de la República de Weimar (pero sin renunciar a elementos modernos, a las vanguardias, a motivos surrealistas,, al pop-art, etc). No hay decorado, tan solo una enorme pared vertical blanca en la que  se proyectan las imágenes- de extremada calidad técnica- y de donde surgen innumerables trampillas a modo de puertas giratorias (donde son colocados los personajes) y tampoco hay atrezzo, solo recortes de iluminación y luces focales y eso sí,  si unos vistosos figurines “años 20” en unos casos, en otros sacados de la Alemania romántica del siglo XIX y otros inspirados en el film icónico del expresionismo alemán «Metrópolis» (1927) de Fritz Lang.

Los diálogos están suprimidos, siendo sustituidos por desmesurados subtítulos, como en una película de cine mudo, y como fondo musical de esos gigantescos subtítulos escuchamos fragmentos de las imponentes Fantasías para pianoforte Kv 397 y 475, también de Mozart.

Las proyecciones son fascinantes y sugerentes, a veces oníricas y surrealistas, otras simbólicas, con representaciones de animales y objetos de una estética propia de las vanguardias de los años 20 que nos recuerdan especialmente a lo grandes pintores del expresionismo alemán y del surrealismo, (Ernst, Grosz, Beckmann, Tanguy, etc) y muy cómicas en ocasiones.

Vocalmente, el Parnaso de las Artes (Luis Agius) escuchó en esta ocasión al segundo elenco, donde sobresalió por encima de todos Anett Fritsch, excelente como Pamina, así como Andreas Wolf como Papageno (mejor actor que cantante). Notable el Tamino del tenor británico Paul Appleby, muy aceptable y correcto el Sarastro del bajo polaco Rafal Siwek. Rocío Pérez cantó con arrojo , valentía e intención su dificilísimo rol de la impresionante  Reina de la Noche con dos de las arias más formidables y difíciles de la historia de la Ópera, por sus escalofriantes agudos, que ni siquiera muchas sopranos ligeras pueden físicamente alcanzar. Lástima la afinación de alguna de esas notas inalcanzables, pero la entrega de Rocío Pérez, justifica sobradamente su actuación y buenas maneras.

Bien el resto de comprimarios, en especial las Tres Damas y los Tres muchachos (voces blancas).

Muy bien Ivor Bolton en la dirección  musical, de tempi fluidos y fraseo cuidado, elegante y brillante. Los números corales muy aceptables, por encima de lo habitual. En definitiva, un gran acierto y un gran éxito, en lo que se refiere a esta función de la inmortal “Flauta Mágica “ de Mozart, el mejor y más grande compositor de la Historia de la Opera.

LUIS AGIUS

Fotógrafo: © Javier del Real

morgen elsa dreisig jonathan ware

MORGEN!

Lieder y mélodies de Duparc, Rachmaninov y Richard Strauss

ELSA DREISIG, soprano

Jonathan Ware, piano

ERATO  0190295319489

Realmente este soberbio disco compacto que presenta ERATO merece ocupar un lugar destacado en cualquier discoteca, pues en él se aúnan un repertorio bellísimo de la mejores canciones para voz y piano del romanticismo crepuscular de tres grandes compositores, maestros del género, el francés Henri Duparc, el ruso Sergéi Rachmaninov y el alemán Richard Strauss y una sensacional cantante, la soprano alemana Elsa Dreisig que se consagra definitivamente con esta grabación como una de las estrellas del panorama internacional. En efecto, podemos escuchar una cuidada selección de las mejores «mélodies»(canciones) de Duparc, un genio malogrado que acabó ciego y en la miseria en sus últimos días. De este magnífico compositor, un verdadero genio malogrado, escuchamos canciones maravillosas, icónicas para su país, inmortales para todos: L´invitation au voyage (con texto de Baudelaire), La vie anterieure, L´extase, etc. Asimismo, de Rachmaninov, que triunfó como virtuoso del piano y compositor  en EEUU y Europa, pero tuvo que exiliarse en 1917, escuchamos hermosas canciones, llenas de nostalgia y lirismo y de Richard Strauss, maravillosas versiones al piano de su obra maestra postrera «Los Cuatro últimos lieder»  con textos de Hermann Hesse – que son de una inasible belleza, y constituyen el punto y final de toda la tradición del romanticismo, – así como el lied más importante del repertorio, universalmente conocido, «Morgen» (Mañana, con texto de John Henry McKay) considerado y aclamado por público y crítica como el mejor y más hermoso «lied» jamás compuesto.

Dreisig luce su deslumbrante timbre y belleza vocal, y una gran musicalidad, matizando y fraseando espléndidamente, dominando la dicción en los tres idiomas (un francés impecable) y ofreciéndonos una versión especialmente sobresaliente, colosal, deliciosa, de las canciones de Duparc y Strauss (pese a que en este último compositor la competencia es feroz, con las inolvidables versiones de las insignes divas Elisabeth Schwarkopf, la mejor soprano del siglo XX cantando Strauss y Jessye Norman- también la mejor soprano cantando Duparc posiblemente- recientemente fallecida. Notable acompañamiento del pianista Jonathan Ware, matizado, sensible, impecable y versátil, especialmente excelente en Duparc, del que se nos ofrece la primera grabación mundial de una hermosa pieza para piano solo “Aux étoiles”, muy bien tocada. Grabación espectacular.

LUIS AGIUS

LLORENÇ CABALLERO
© Rafa Martín

LLORENÇ CABALLERO: “HAY POCOS CICLOS SINFÓNICOS TAN ESPECIALES Y POTENTES A NIVEL INTERNACIONAL COMO IBERMÚSICA”

“El envejecimiento del público es el mismo que el de la sociedad. La música clásica es un potencial social, artístico y cultural que nos une y estoy convencido de que perdurará

Llorenç Caballero es actualmente director  gerente, artístico y “factotum” de IBERMÚSICA, ciclo de conciertos de grandes orquestas del mundo que esta temporada celebra su 50º aniversario, cargo que ocupa desde hace varios años, tras la imponente labor de Alfonso Aijón , su fundador.Anteriormente  fue director artístico y gerente, con gran éxito, de la Orquesta de Cadaqués.

Caballero, una de las grandes personalidades de la música  de nuestro país se acerca al PARNASO DE LAS ARTES y responde a las diversas cuestiones que le planteamos sobre su experiencia musical, la temporada de IBERMÚSICA y el panorama musical nacional e internacional.

PARNASO.-Muchas gracias,Llorenç  por visitar el Parnaso de las Artes  es un gran honor para esta revista ¿Cómo valora el desarrollo de la actual temporada de IBERMÚSICA? ¿Está satisfecho? ¿Cómo está valorando la respuesta del público?

LLORENÇ CABALLERO.-Muchas gracias. Hasta el momento toda la temporada transcurre muy bien, llevamos  unos 10 conciertos, hemos tenido tres o cuatro con entradas agotadas y el resto con muy buena respuesta y aforo casi completo.

PARNASO.- Llorenç, resulta obligado referirse al hablar de los 50 años de IBERMÚSICA a la figura de Alfonso Aijón. ¿Es una pesada carga sucederle, se siente una especial responsabilidad, dada su experiencia, su conocimiento y su buen hacer, amén de sus excelentes relaciones personales con las grandes estrellas de la música clásica?

LL.CABALLERO.- Es un honor sucederle y seguir colaborando con él. Más que sucederle, se trata al mismo tiempo de estar y trabajar con él. Llevamos cinco años compartiendo trabajo y tengo que decir que es muy difícil no entenderse con Alfonso. Es una persona generosa. Más que una especial responsabilidad, como la de todos en su trabajo, dirigir Ibermúsica , teniéndolo a mi lado, lo siento como un honor.

PARNASO.– A lo largo de los años que lleva ya en Madrid, ¿qué elemento destacaría de IBERMÚSICA  que es radicalmente distinto al IBERCAMERA en Barcelona?

LL.CABALLERO.- En Barcelona no solo está Ibercamera, está el  Palau 100 , el BCN Classics, están los ciclos del Liceo, Palau, etc. Lo que noto en Madrid es la suerte de tener 4000 abonados, es nuestro principal activo. Sabemos que tenemos siempre un mínimo de 1700 abonados más la entradas que podamos vender. Fácilmente siempre estamos por encima de 2000 entradas vendidas. Si pensamos que en el Palau de la Música de Barcelona hay 1800 localidades, ya habríamos agotado las entradas , esto es lo más especial en Madrid, así como la fidelidad que IBERMÚSICA ha conseguido en estos 50 años por parte de sus abonados. 

LLORENÇ CABALLERO IBERMÚSICA
© Rafa Martín

PARNASO.- Llorenç, en relación al público madrileño, ¿considera que  se trata de un público que se adapta bien a la música contemporánea  o se trata de un público conservador?

LL.CABALLERO.- IBERMÚSICA  es un ciclo privado que se financia a través del precio de las entradas y por lo tanto las localidades  no son baratas.Cuando alguien paga una entrada muy cara no siempre está abierto a las músicas más contemporáneas.No obstante, en las encuestas internas que hacemos a nuestros abonados, obtenemos como respuesta que  ellos comprenden que se programen y se muestran receptivos a que se hagan estas músicas. 

PARNASO.– ¿Con qué ciclo de ORQUESTAS  o SINFÓNICO es comparable IBERMÚSICA  a nivel internacional o a cuál le gustaría que se pareciera por idoneidad y calidad de la programación, siempre hablando de ciclos privados?

LL.CABALLERO.-Hay pocos ciclos privados en Europa tan potentes como IBERMUSICA.Sí los hay en  salas con subvenciones estatales como la Philarmonie de París, Berlín, o especialmente en Colonia,  donde su director apuesta por el repertorio contemporáneo y la visita de muchas orquestas, pero hay pocos ciclos sinfónicos absolutamente privados.Yo recuerdo el ciclo Adler en Berlín o los ciclos suizos en Ginebra o Zurich como algunos otros ejemplos, pero el nuestro es bastante único y especial.

PARNASO.– ¿Qué gran solista o director le gustaría haber contratado y no ha sido posible y por qué?

LL. CABALLERO.-Trabajar  en IBERMÚSICA  es tener mucha suerte.Tienes acceso a todo el mundo.Alguien a quien me hubiera gustado conocer y programar  aunque lo ví en directo cuando yo era estudiante en Holanda, es Leonard Bernstein.Pero si me pregunta por algún solista en concreto  de los que han pasado por nuestra programación en estos últimos cinco años en los que yo llevo trabajando en Ibermúsica, la personalidad que más me ha impresionado es Yo Yo Ma .La última vez estuvo en Barcelona en el ciclo BCN Classics, tocando las Seis Suites para violonchelo solo de Bach sin pausa y él como persona es absolutamente excepcional, me marcó  muy positivamente y es por este tipo de artistas por lo que merece la pena trabajar en ésto.

PARNASO.- Llorenç ¿puede afirmarse que  en nuestros días la música clásica  goza de buena salud, artística y económica  o está en declive?¿Cómo valora el panorama nacional e internacional?

LL. CABALLERO.- En España hemos ido a más.Si me acuerdo de los tiempos de la JONDE, hace 30-40 años cuando yo era músico, recuerdo lo difícil que era desplazarse, tocar, no había auditorios, el Auditorio Nacional de Madrid aún no estaba construido, en las capitales de provincia no había auditorios, sino teatros reconvertidos en auditorios.Llegaron los auditorios,  y esperemos que pase esta larga crisis y teniendo los auditorios, es decir , los espacios y los conservatorios , esperemos que surjan nuevas generaciones de músicos españoles, nuevas orquestas y conjuntos de cámara.Estamos mejor que hace años.En Europa hay más tradición musical, y la crisis ha afectado sobre todo al público, pero sigo pensando que la música clásica es un potencial , social artístico-cultural, que nos une , hay que potenciarlo en la educación y  estoy convencido de que perdurará.

PARNASO.- Llorenç ¿cómo cree que afectará el Brexit a la visita a nuestro país de las orquestas londinenses?

LL. CABALLERO.- Esta es la gran pregunta. En 2020, en principio todo se mantiene igual. No sabemos qué pasará en 2021. Será normal que haya cambios, quizá aranceles, impuestos, etc. Todos estamos a la espera de lo que se pactará y cómo afectará lo pactado a las grandes orquestas inglesas y a los  grupos de cámara y solistas que vienen a España.

PARNASO.- Por último respecto del problema del envejecimiento de los públicos ¿cuál es su reflexión y como se puede atraer a los jóvenes a las salas de concierto?

LL.CABALLERO.- Esta es otra gran pregunta que nos preocupa a todos. El envejecimiento de nuestro público es el mismo que el de la sociedad , envejecen ambos al mismo tiempo.Antes cuando alguien se abonaba a los 50 años a lo mejor el promotor pensaba que el abonado le duraría 10 ó 15 años .Ahora cuando alguien se abona a la “temprana” edad de 50 años, el abonado puede serlo  hasta 30 ó 40 años más:la esperanza de vida es muy alta. En IBERMÚSICA tenemos un club importante -y afectivamente muy importante- de abonados que es muy nutrido, que supera los 90 años y que nos dice que la música les mantiene con ilusión por venir al concierto, salir escuchar, conocer. El envejecimiento del público es el de la sociedad.Vamos a intentar   y entre todos a hacer conciertos divulgativos, escolares, etc, para acercar la música clásica a un público no tan iniciado. Ahora bien , la música la debería conocer todo el mundo, ya lo sabemos desde los griegos , que enseñaban matemáticas y música.Yo pienso que la música clásica llega a las personas a partir de los 40 años, cuando en cierto modo nos relajamos, cuando nuestros hijos no son tan pequeños, cuando estamos ya estamos  asentados en el trabajo, quizá por causas naturales, por los biorritmos, cuando nos relajamos. Coincide esta etapa con un despertar a la música en distintos estilos diferentes al pop , rock, etc. más juveniles, y a la clásica en particular y así me lo dicen muchas personas que comienzan a escuchar música clásica en este período y antes no lo hacían. Creo que tiene algo que ver con el organismo, quizá las vibraciones, las cadencias, los tempos, todo esto coincide con que la persona  pase de los 40-50 años. Esto es distinto al estudiante de música que desde muy joven está inmerso en los estudios y la práctica de un instrumento, pero no hay nada malo en que descubramos la música a los 40 ó 50 años porque nos quedan muchos años para descubrir el repertorio,  y muchas sutilezas y sorpresas. Como promotor, pienso que hay un envejecimiento, pero hasta cierto punto es reflejo de la sociedad en que vivimos y es normal.

PARNASO.- Y por último le proponemos, como a todos nuestros entrevistados, un pequeño “juego” cultural  que resulta de gran ayuda para nuestros lectores-internautas puesto, que dado que todos nuestros entrevistados son grandes expertos en temas culturales, este juego les abre nuevos links, nuevas puertas de búsqueda o conocimiento. Le damos un título, concepto o nombre y espontáneamente, díganos qué le sugiere ( a ser posible en una única palabra):

Juego cultural:

Una orquesta:Filarmónica de Berlín
Una sala de conciertos:Auditorio de Zaragoza
Un coro:Coro Nacional de Letonia
Cadaqués:Una maravilla
Salvador Dalí:Gran artista
Barcelona:Mi ciudad
Un pianista:Eugeny Kissin
Alfonso Aijón:Un amigo

PARNASO.– Muchas gracias Llorenç, le deseamos todo el éxito en su apasionante labor en IBERMÚSICA.

© LUIS AGIUS

IBERMUSICA_Evgeny Kissin
© Rafa Martín / Ibermúsica

Obras para piano de Beethoven:Variaciones Heroica, op 35 Sonatas num 8, 17, y 21 

Eugeni Kissin, piano

IBERMÚSICA.1 0 de Febrero de 2020. AUDITORIO NACIONAL

El gran pianista ruso Eugeni Kissin volvió a visitar Madrid de la mano de IBERMÚSICA para homenajear a Beethoven, en el marco de las celebraciones por el 250º aniversario de su nacimiento. Kissin compareció ante el público madrileño con un recital de páginas magistrales del sordo de Bonn, las inmortales Sonatas para piano nº 8 Patética, nº 17, La Tempestad y nº 21 Waldstein , además de las Variaciones Heroica op 35 (cuyo tema es el mismo que el del último movimiento de la Sinfonía nº  3 Heroica).

Kissin, sin ser un pianista “especializado” en Beethoven-ya que su pianismo y su portentosa técnica son más afines a Schumann, Liszt, Prokofiev o Scriabin -está siguiendo los pasos de los grandes pianistas rusos del pasado siglo XX que sí fueron grandes intérpretes de su música para piano, en particular, Sviatoslav Richter y Emil Gilels, y nos ofreció un recital en el que salvo en una de las Sonatas, acarició el olimpo beethoveniano con sus dedos. 
En efecto, así en la Sonata Patética, Kissin desplegó una sólida técnica y  acertó con un tempo  que propició una interpretación de gran impulso dramático y de gran fidelidad al estilo en el primer movimiento y en el Rondo final, ambos movimientos muy bien planificados, tocados y resueltos. 

Sin embargo, al movimiento lento de esta Sonata, el bellísimo Adagio cantábile le faltó lirismo y delicadeza, aunque no intención y flexibilidad en el fraseo, muy depurado. 

© Rafa Martín / Ibermúsica

Sensacionales las Variaciones Heroica op 35, muy enérgicas y soberbiamente acentuadas y delineadas con cincel sobre el teclado, prístinas y demoledoras en las nutridas cascadas de acordes, con un fraseo majestuoso y a la par introspectivo, y magnífico impulso épico. Kissin estuvo formidable, en la línea de colosos del teclado  y grandes expertos beethovenianos como los pianistas Arrau, Gilels, y Brendel o nuestro recordado Esteban Sánchez en esta página, algo árida para el intérprete por su extrema dificultad, y obra precursora en cierto sentido de las monumentales Variaciones Diabelli, las más ambiciosas y geniales de Beethoven.  

La Sonata nº 17 la Tempestad fue algo decepcionante en los dos movimientos iniciales. Al primero, muy elocuente y dramático la faltó sin embargo algo de claridad, respiración y prolongación de las pausas y silencios y la coda fue borrosa en los arpegios graves. El Adagio fue tocado con deliberada tosquedad en los trémolos graves de la mano izquierda y con un fraseo prosaico. 
El famosísimo Allegretto final, por contra, fue muy hermoso, muy bien delineado e “impresionista”- el náufrago que se agarra a la tabla en medio del tremendo oleaje- y muy contrastado, con un tempo giusto, perfecto,  muy disfrutable. 
Kissin tocó con solidez y poderío la Sonata Waldstein, con un imponente primer movimiento, formidable en todos los conceptos: brío, digitación, acentos, articulación, claridad, escaso uso del pedal, y contundente coda. Muy introspectivo el tenebroso Adagio y sensacional el Rondo final muy bello y de gran colorido y fluidez, con un justo uso del pedal sin emborronar jamás. El pianista ruso no ejecutó sin embargo los famosos glissandi de octavas que hemos visto a Pollini Barenboim o Levit o que ejecutaban Gilels o Rubinstein.

Espléndidos y numerosos bises, maravillosamente tocados, en particular, las Variaciones sobre el tema de la Marcha de las Ruinas de Atenas,  brillantísimas, puro, heroico y enérgico Beethoven.

LUIS AGIUS

cecilia valdes teatro de la zarzuela

«CECILIA VALDES» (1932)  música de Gonzalo Roig

Libreto Agustín Rodríguez y José Sánchez Arcilla , basado en la novela del misto título de Cirilo Villaverde

Estreno en  el Teatro Martí de La Habana en 1932 y reestrenada en versión revisada en 1961

Elenco:

  •  Elaine Alvarez (Cecilia Valdés), Enrique Ferrer (Leonardo), Cristina Faus (Isabel Ilincheta) etc
  • Directos de escena Carlos Wagner
  • Coreografía Nuria Castejón
  • Orquesta y Coro de la CAM
  • Director musical Olivier Díaz

TEATRO DE LA ZARZUELA. Función del 6 de Febrero. Madrid

Brillante e interesante producción, vistosa y colorista, tanto musical como escénicamente de la zarzuela cubana , comedia lírica «Cecilia Valdés» de Gonzalo Roig, auténtica síntesis de música cubana y española, ya que es deudora por un lado de la tradición española, del peso histórico y cultural de la metrópoli, como exponente singular y muy notable de los aires y ritmos populares cubanos o caribeños  ( el danzón cubano, etc) así como de la música popular criolla y de los implacables ritmos de los esclavos africanos que España y otras potencias coloniales llevaban a Cuba en el primer tercio del siglo XIX para la recolección de la caña de azúcar , el café, y otras materias primas.

cecilia valdes

Ambientada en la Cuba del siglo XIX (1812 y décadas posteriores, antes durante el reinado de Isabel II de España), el libreto ,muy bien construido en cuanto  la convencional pero plausible trama y excelente en los diálogos, se precipita sin embargo en un final folletinesco difícil de admitir en nuestros tiempos y en ese sentido esta estupenda zarzuela ha envejecido mal, pese a que resulte paradójico afirmar que el retrato psicológico y especialmente sociológico de los personajes, divididos entre aristocracia criolla, colonos españoles nativos cubanos de raza blanca, mestizos, mulatos y esclavos, resulte muy convincente. Musicalmente esta zarzuela presenta números excelentes y es muy bella y variada, y Roig, asigna temas, motivos y estilos musicales diversos a todas y cada uno de los personajes en función de su origen, etnia y posición social. La música recuerda a veces a Arrieta, Vives, Chapí, etc. cuando los criollos o españoles son protagonistas. Otras veces es marcadamente moderna, muy cubana, colorista y por tanto  cercana al mexicano Revueltas y otros compositores cubanos (Lecuona) e hispanoamericanos de primera mitad del siglo XX.

El elenco de cantantes cumplió de manera sobresaliente en líneas generales destacando las voces femeninas sobre los solistas masculinos. Muy bien la  excelente soprano Elaine Alvarez en el rol protagonista de Cecilia Valdes, luciendo un bello timbre, amplia tesitura, y potencia vocal, si bien algo encorsetada en lo interpretativo. Excelente Cristina Faus en el papel de Isabel Ilincheta, con un fraseo muy elegante y una interpretación sobresaliente el rol más agradecido entre el público, el de la aristócrata consciente de la injusticia e inmoralidad de  la esclavitud, del maltrato y la servidumbre de mestizos y esclavos. Bien, pero con reparos, Enrique Ferrer, en el papel de Leonardo, cantando con empaque, pasión y actuando muy notablemente, si bien en algunos momentos se le percibió un molesto vibrato en la voz. Respecto del barítono Eleomar Cuello en el papel de José Dolores, cantó  con potencia pero tosquedad, falta de matices y penetración psicológica en su por otra parte, ramplón personaje. A destacar en cambio los papeles » cubanos», las mulatas, la santera, los aristócratas criollos,  y los comprimarios, que estuvieron muy bien, todos muy acertadamente dirigidos en una atractiva puesta en escena, de Carlos Wagner estructurada con acierto y originalidad como si el espectador asistiera a la proyección de una película de cine mudo de los años veinte del pasado siglo.

Notable dirección musical de Olivier Díaz, muy fluida y brillante, obteniendo una excelente respuesta orquestal y sensacionales las percusiones y el impulso rítmico con el que fueron interpretadas para los números bailables de aire o “son” cubano y africano.

En definitiva, exitosa y sólida  producción de un título muy representativo de la “zarzuela cubana”, una comedia musical en realidad-casi ópera- de indudable interés, especialmente por la belleza de la música, los estupendos diálogos y el alejamiento de los tópicos, muy de agradecer, pese al folletinesco final. Dado el número ingente de zarzuelas hispanoamericanas, es de esperar que asistamos pronto a la programación de nuevos títulos cubanos o de otros países del continente hermano.

LUIS AGIUS

Quinteto D 667 «LA trucha»

Octeto D 803 en fa mayor para dos violines, viola, cello, contrabajo, fagot, clarinete y trompa

Elena Bashkirova, piano

Camerata de la Royal Concertgebouw Orchestra, Amsterdam

IBERMÚSICA Auditorio Nacional de Madrid. 5 de Febrero de 2020

Ciertamente no es habitual que en un ciclo sinfónico asistamos a una «schubertiade» es decir, a un concierto de repertorio camerístico, en concreto una  fiesta musical, integrada por la música de Franz Schubert, de una sublime belleza y con notables, expertos y solventes intérpretes. El término «schubertiade»  tan caro a los melómanos fue acuñado por los amigos y coetáneos del gran compositor austriaco y esos encuentros “músico-lúdicos” consistían en interminables veladas en las que se comía y bebía copiosamente, se cantaban lieder, y se escuchaban -y bailaban- piezas pianísticas del gran compositor. En algunos casos, también se escuchaban obras de cámara, aunque esto era más inhabitual. En la primera pieza del estupendo concierto que nos ofreció IBERMÚSICA el pasado 5 de febrero, escuchamos el célebre Quinteto en La Mayor «La trucha» denominado así porque su cuarto movimiento consiste en un tema con variaciones que el propio Schubert tomó de su lied » Die forelle«, en el que escuchamos una encantadora y saltarina melodía que evoca el nadar del pez en cuestión envuelto en un acompañamiento pianístico que recuerda la corriente de un río alpino austriaco.A partir de este material, Schubert compuso una obra de gran formato para una formación camerística infrecuente: piano  más cuarteto de cuerda pero sustituyendo un violín por la incorporación de un contrabajo, reforzando así los bajos de la obra y buscando mayor contraste tímbrico y amplitud de tesitura. La versión fue impecable, siguiendo la estupenda pianista Elena Bashkirova la estirpe de los grandes pianistas rusos del siglo XX (Richterk Gilels, Sofronitzki, Yudina y del siglo XXI, Leonskaja, Trifonov, Volodos) grandes intérpretes schubertianos y en particular en grabación o concierto de esta bellísima obra. A destacar el Andante, de hermoso fraseo y muy bien contrastado en su parte central, el extrovertido Scherzo, y el cuarto movimiento, Tema con variaciones, con sensacional actuación del primer violín, y de piano de Bashkirova. Magnífica interpretación, rigurosa, sólida y fiel al estilo en suma, como también lo fue la del monumental Octeto D 903, cuya»divina longitud” ha sido objeto de críticas y reservas por algunos musicólogos, que cometen  el error de no apreciar el amplio desarrollo y vuelo lírico de la música, primorosamente bien escrita para cada instrumento y con un tejido armónico, tímbrico y contrapuntístico irreprochable. A destacar el sublime Adagio, tocado con religiosidad y misticismo por los excelentes solistas de la Camerata de la RCO de Amsterdam, destacando primer violín  y clarinete, sensacionales. Gran y justificado éxito de esta primorosa soirée de música de cámara en torno al inmortal Franz Schubert, uno de los mejores compositores de todos los tiempos en este género.

LUIS AGIUS

Carminho , voz solista

Luis Guerreiro,  guitarra portuguesa
Flavio Cardoso,  guitarra acústica
Pedro Geraldes,  lap steel guitar
Tiago Maia, bajo acústico

CNDM 19-20. FRONTERAS. CARMINHO

Madrid, Auditorio Nacional. 2 de Febrero de 2020. Ciclo fronteras del CNDM

En multitud de ocasiones es muy complejo redactar una reseña musical. En otros  casos, resulta muy sencillo. Los factores son diversos. Un crítico debe ser objetivo, emitir un juicio crítico fundamentado, riguroso e imparcial e informar al lector o al espectador.

En esta ocasión les confieso que no puedo ser imparcial.Podría hablarles de la esencia del fado, del fado antiguo o del moderno, de su “fusión” (término sencillamente horripilante e inexacto) de la carrera de  Carminho, Maria do Carmo, que prácticamente nació ya cantando, de su larguísima trayectoria, de su maravillosa voz, de su amplia tesitura y registros, en definitiva, de su portentosa actuación el pasado domingo, con variedad de temas, fados nostálgicos llenos de “saudade”, de ritmo, de colorido, de ternura, muy bien acompañada por músicos solventes y uno de ellos, magnífico, el solista de guitarra portuguesa Luis  Guerreiro… Pero… No lo haré. No puedo hacerlo, porque estoy hechizado, estoy cautivado por un sortilegio, por un extraño hechizo: Carminho, que simboliza lo mejor del fado hoy día, me hechizó, y creo hechizó al público de Madrid, con un triunfo apoteósico.
Así que les diré, esperando su retorno y que rompa el embrujo con su mágica varita lisboeta, sacada de alguna pequeña y vetusta casa de Alfama, o de Barrio Alto, o de Camoes: colosal, sublime, emocionante, auténtica, vibrante, tierna, intimista, apasionada, verdadera, pura… Inolvidable.

LUIS AGIUS

Fotografías: Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) – Rafa Martín

Sonatas para violín y piano de op 30/3 (nº8), op 47 «Kreutzer»(nº 9) y op 96 (nº 10)

Leonidas Kavakos, violín

Enrico Pace, piano

Continúan los fastos del “año Beethoven” e IBERMÚSICA nos ha ofrecido un sensacional recital del formidable violinista griego Leonidas Kavakos, del que hace pocas fechas comentábamos en estas mismas páginas su admirable grabación del maravilloso Concierto para violín y orquesta op 61 de Beethoven, el único  que compuso el gran compositor alemán, obra majestuosa, llena de belleza y de una construcción musical antológica, además de contener una de las partes solistas para violín más exigentes  en lo técnico y hermosas en lo musical de la historia del repertorio para este instrumento.

En esta ocasión hemos podido escucharle las hermosísimas Sonatas para violín y piano números 8 (op 30/3) nº 9 op 47 “Kreutzer” ( la joya de la corona de esta colección de música de Beethoven destinada al violín y el piano ) y la deliciosa sonata nº 10 op 96 en sol mayor, una obra menos interpretada y plagada de bellezas. Kavakos lució un sonido bellísimo, un fraseo muy depurado, de corte muy clásico,  pero a la par, con una concepción muy moderna y rigurosa de las partituras de Beethoven en cuanto a ataques y acentos y con un  soberbio manejo del arco. Más que brillante, Kavakos, que dio muestras de su virtuosismo, fue enérgico y elocuente, profundizando  sensiblemente en los pentagramas beethovenianos.

Los tempi fueron magníficos muy fluidos y disfrutables. Sobresaliente y soberbia interpretación de la Sonata Kreutzer, muy matizada, en particular el segundo movimiento, tema con variaciones, tocado con preciosismo, sutileza y refinamiento, después de un imponente primer movimiento. El finale resultó especialmente vibrante.

En cuanto al acompañamiento al piano de Enrico Pace, fue, en líneas generales muy pulcro, sólido, convincente, elegante y con empaque, en perfecta sintonía con Kavakos. Evidentemente no alcanza el pianista italiano la altura del insigne violinista griego, pero su fraseo fue muy bello y su espectro dinámico muy amplio. Gran éxito en una velada donde escuchamos la  verdadera esencia de la música de Beethoven de la mano de un inmenso violinista y mejor músico.

LUIS AGIUS

Diana Tishchenko

Strangers in PARadISe” (Extraños en el Paraíso)

Obras de Ravel, Enescu, Prokofiev e Ysaÿe

Diana Tishchenko, violín

Zoltan Fejérvari piano

WARNER CLASSICS 0190295403911

El mundo de la música clásica está de enhorabuena con la aparición de una nueva estrella del violín, la formidable violinista ucraniana Diana Tishchenko, ganadora de prestigiosos premios internacionales, de la que nos llega un sensacional disco compacto dedicado a joyas del repertorio camerístico del siglo XX, vinculadas de algún  u otro modo al París de la Belle Epoque y el período de Entreguerras, bien porque sus autores desarrollaran su carrera o ofrecieran conciertos o porque estrenaran sus obras en la capital francesa.

En efecto, en este precioso registro podemos escuchar las magníficas Sonatas para violín y piano de Ravel (nº 2), Prokofiev (nº 1 op 80) y Enescu (la número 3, “en estilo popular rumano” op 25) y la Sonata 

para violín solo nº 3 “Ballade” del belga Eugene Ysaÿe, consumado virtuoso del violín de comienzos del pasado siglo, muerto en 1931 y que era considerado por sus contemporáneos, el “zar “ del violín.

Nos encontramos ante páginas exigentes en lo técnico y lo interpretativo que Tishchenko aborda con soltura, sólido criterio, noble fraseo, excelente acentuación, soberbio manejo del arco y bellísimo sonido. En Ravel su interpretación es exquisita, en Enescu colorista, apasionada, brillante y convincente y en Prokofiev excepcional, de alto virtuosismo pero con la hondura que requiere la obra.

En Ysaÿe luce su técnica, pero nunca como un fin en sí misma, sino para delicia de los amantes del violin, mostrándonos su bello timbre y su fraseo cálido, muy expresivo.

En definitiva, disco compacto excelente y muy recomendable por el hermoso repertorio, conocido por los melómanos más avezados, pero desconocido para el gran público, al no tocarse con excesiva frecuencia por su dificultad , pese a tratarse de obras de grandes compositores modernos del siglo XX y por la excelente lectura e interpretación que hace Diana Tishchenko de las mismas. Notable acompañamiento al piano de Zoltan Fejérvari, en perfecta simbiosis y complicidad con la solista, sutil, y brillante cuando la ocasión lo requiere. Excelente grabación, habitual en Warner. Esperamos con interés nuevas grabaciones de este nuevo astro femenino del violín que ha irrumpido en el firmamento internacional de la música clásica con fuerza y esperemos que, para deleite de los melómanos, prolongue su carrera mucho tiempo.

LUIS AGIUS

© Rafa Martín / Ibermúsica

Bezhod Abduraimov, piano

Orquesta Filarmónica de San Petersburgo

Yuri Temirkanov, director

Obras de Beethoven, Brahms y Tchaikovsky

Auditorio Nacional Madrid, 21 y 23 Enero 2020

IBERMÚSICA

El pasado 30 de Noviembre de 2019 falleció repentinamente el gran director letón Mariss Jansons (1943-2019) una de las mejores batutas del mundo, que tenía previsto dirigir en Madrid dentro de la programación de IBERMÚSICA dos conciertos al frente de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera, orquesta de la que era titular, con la actuación del gran pianista Igor Levit.

Al cancelarse la gira de la ORSB, en su lugar IBERMÚSICA, en un loable esfuerzo, ha tenido que sustituir los conciertos previstos  de dicha orquesta con la presencia en Madrid de la histórica Orquesta Filarmónica de San Petersburgo dirigida por su titular, el veterano maestro Yuri Temirkanov, contando la actuación del joven y excelente pianista uzbeko de ascendente proyección internacional, Behzod Abduraimov, que se erigió en notable protagonista de los dos conciertos, tocando espléndidamente dos  magnas obras del gran repertorio, los conciertos para piano y orquesta nº 1 de Tchaikovsky y el nº 1 de Beethoven, los días 21 y 23 de Enero, respectivamente.

En efecto Abduraimov lució una portentosa técnica en Tchaikovsky, no exenta de elegancia, sensibilidad y refinamiento. En los pasajes de bravura estuvo extraordinario, especialmente en el primer movimiento y en el sensacional finale, tocado con gran fogosidad y brillantez. El Andante fue exquisito (aunque el tempo  escogido un poco rápido para lo acostumbrado).

© Rafa Martín / Ibermúsica

Su Beethoven fue equilibrado, limpio, sensible y enérgico, de gran plasticidad y lirismo en el Largo  y notable belleza e impulso rítmico en el Rondo final. En  el primero de los conciertos completaba el programa la magistral Cuarta Sinfonía de Brahms, obra capital de la Historia de la Música. La versión de Temirkanov fue muy irregular y algo decepcionante, de tempi muy rápidos, con momentos de innegable belleza (especialmente en el Andante) pero sin continuidad y con cierta falta de introspección. El tercer movimiento fue notable y el finale irregular, con buenos momentos y otros no bien resueltos por falta de hondura. El acompañamiento del Concierto para piano y orquesta de Tchaikovsky fue modélico e idiomático. En el segundo programa, con la formidable  Cuarta Sinfonía de Tchaikovsky, Temirkanov nos mostró su indudable maestría y obtuvo una excepcional respuesta orquestal de la Filarmónica de San Petersburgo. La versión fue sólida idiomática, dramática, refinada y brillante. Majestuoso el primer movimiento, muy dramático y bien diseñado. Precioso andante de bellísimo fraseo, aunque algo irregular en algunas frases. Inolvidable tercer movimiento, con el famosísimo pizzicato de las cuerdas (alternándose con la marcia del viento madera y metales) refinado, jovial, virtuosístico, colorista, puro Tchaikovsky. Maravilloso.

Brillantísimo final perfectamente planificado, contundente y elocuente, muy bien resuelto

La Filarmónica de San Petersburgo lució un sonido homogéneo y empastado, si bien con un timbre algo oscuro, y falta de precisión en algunos ataques, en momentos puntuales. Excelente en todas sus secciones, destacaron, viento- madera y metales.

En ambos conciertos pudimos escuchar como bises, sendas páginas de Elgar, Nimrod y Salut d´ amour, impecables, sutiles, bellísimas.

Mariss Jansons in memoriam

LUIS AGIUS