IVO POGORELICH interpreta Sonatas para piano de Beethoven y Rachmaninov

Beethoven: Sonatas  para piano nº 22, op 54 y nº  24, op 78

Rachmaninov: Sonata para piano nº 2 op 36 (revisión de 1931)

Ivo Pogorelich, piano

SONY Classical 19075956602

Cuando en el ya lejano 1982, Ivo Pogorelich (Belgrado, 1958) irrumpió como un meteoro en la escena pianística internacional gracias a un soberbio disco compacto en el que tocaba la Sonata nº 32 op 111 de Beethoven y los Estudios Sinfónicos de Schumann para el prestigioso sello Deutsche Grammophon, la crítica y los melómanos quedaron deslumbrados por un pianista de una portentosa técnica, que pese a su juventud, afrontaba con osadía, temperamento, apasionamiento y sensibilidad el gran repertorio. A partir de ese momento, Pogorelich desarrolló una grandísima carrera artística que le llevó por todo el mundo y que le hizo grabar discos compactos tocando desde Scarlatti a Tchaikovsky, pasando por Haydn, Mozart, Chopin, Liszt, etc. con asombrosos resultados. Cada vez fue buscando profundizar más en la música, pero un día su carrera se truncó, a partir de la muerte de su esposa, mentora y profesora, la también pianista Alicia Kerezade, hecho que le sumió en una profunda depresión. Después de algunos años de carrera intermitente y errática, plagada de altibajos, lo encontramos ahora, con un retorno imponente y poderoso de la mano de Sony Classical, gracias a magníficas interpretaciones de importantes Sonatas para piano de Beethoven y de la extraordinaria Sonata op 36 de Rachmaninov. Tal y como puede apreciarse es evidente que Pogorelich ha querido unir para su retorno al mundo de la grabación a dos compositores-virtuosos intérpretes del piano, tocando obras de calado (si bien quizá un binomio Sonatas Waldstein o Appassionata de Beethoven confrontado a Rachmaninov aún hubiera sido más atractivo). En todo caso, Pogorelich nos ofrece una visión muy personal de estas obras, con tempi más bien lentos (o muy pausados) un fraseo muy hermoso, cierta dureza en la pulsación y en los ataques, pero a la par con una profunda carga emotiva y una todavía más profunda introspección. El resultado es muy interesante y atractivo en Beethoven. Particularmente en la bellísima Sonata nº 24, excepcionalmente tocada, y sobresaliente e imponente en Rachmaninov, colosalmente servido, en su justa medida, sin sentimentalismos, con una notable sensibilidad y formidable virtuosismo. Este retorno a los estudios de grabación es muy prometedor y los melómanos debemos estar de enhorabuena, porque  Ivo Pogorelich es sin duda un maestro que tiene mucho que decir y que aportar. Grabación de gran presencia. Muy recomendable.

LUIS AGIUS