Concierto de Año Nuevo 2020

Orquesta Filarmónica de Viena

Andris Nelsons, director

SONY CLASSICAL (2 CD) 19439702362

Se cumplió una vez más la  inevitable, placentera y gloriosa tradición de  la celebración del Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena, del 1 de Enero de 2020, el concierto más famoso del mundo, con la que esta histórica orquesta felicita el Nuevo Año a melómanos y no melómanos a ritmo de valses, polkas, marchas, galops, oberturas, etc en inolvidables melodías, que vienen de dorados y lujosos tiempos pretéritos, de la época del “Imperio tranquilo”, el Imperio de los Habsburgo. Esta vez el concierto fue dirigido por el maestro letón Andris Nelsons, director titular de la prestigiosa Orquesta del Gewandhaus de Leipzig y principal director de la Orquesta Sinfónica de Boston y una de las batutas más cotizadas de la actualidad, cuyo debut en este evento fue muy satisfactorio. Nelsons diseñó un programa muy hermoso e infrecuente  con numerosas obras nunca antes escogidas por otros directores e interpretadas en este concierto (la polka “Cupido” y el vals “Saludos de amor” de Josef Strauss, la “Gavotte” de Hellmesberger la polca “Flor de invierno” de Eduard Strauss o el sí tocado, pero muy raramente, “Dynamiden” un vals de Johann Strauss)
Asimismo escuchamos valses muy bellos y poco tocados como el “Abrazaos, millones” de Johann Strauss (un claro guiño a Schiller y a Beethoven, en el 250º aniversario de su nacimiento).Precisamente del maestro de Bonn se interpretaron algunas Contradanzas con una primorosa ejecución de Nelsons y la Filarmónica de Viena, algunas de las cuales fueron bailadas en la retransmisión televisiva, coreografiadas por José Carlos Martínez gran bailarín y coreógrafo español de prestigio internacional.

En definitiva, Nelsons dirigió, con su habitual estilo heterodoxo, pero con soltura, preciosismo, sutileza, bello fraseo y brillantez todo el concierto,si bien  estuvo mejor en las polcas, marchas, oberturas , etc que en los valses ( de bello fraseo, pero muy ”sinfónicos”, faltándole un manejo del rubato del vals vienés más flexible) sin que esto empañe en absoluto su excelente actuación.

La Filarmónica de Viena ofreció, como era de esperar y como siempre, una ejecución impecable , un sonido suntuoso y una gran brillantez, sin pomposidad innecesaria.

Cómo curiosidad se ejecutó un arreglo diferente de la popular “Marcha Radetzky” al que nos habíamos acostumbrado desde 1946, sin particulares ni sustanciales diferencias, y desde luego, inapreciables para el neófito. Sobresaliente grabación.

LUIS AGIUS