“Fausto” de Charles Gounod, opera en Cinco Actos, 1859 ,sobre el Fausto de Goethe

Segundo reparto, función del 27 de Septiembre de 2018,
Teatro Real de Madrid

Co-producción del Teatro Real con la Nationale Opera de Amsterdam

Dirección de escena:Alex Ollé (La Fura dels Baus)
Escenógrafo Alfons Flores

Elenco
Fausto Ismael Jordi
Mefistófeles Erwin Schrott
Marguerite Irina Lungu
Marthe Diana Montague

Coro y Orquesta del Teatro Real
Dan Ettinger, director musical

El Teatro Real de Madrid ha abierto su temporada 2018-2019 con una ambiciosa y lujosa producción del “Fausto” de Gounod, una de las títulos más significativas de la Grand Opera francesa, obra espectacular por sus escenas , arias , dúos, coros, números de ballet y por su música orquestal, de indudable teatralidad, que la hacen ser una de la óperas preferidas del público por su brillantez y eficacia dramática.Ciertamente, Gounod se inspiró muy libremente en la gran obra del genio alemán, pues tomó su libreto no directamente del “Fausto” goethiano sino de una versión francesa de la magna obra , titulada Marguerite, con lo cual la inmortal obra alemana ya quedaba un tanto devaluada.Así las cosas, nos ha quedado un libreto teatral pero al que le falta la hondura poética y filosófica de Goethe.

En busca de esa trascendencia, el director de escena Alex Ollé ha intentando una puesta en escena conceptual, que se nos antoja fallida, pues aún hace más irreconocible la esencia del pensamiento del genial escritor alemán.Se trata de una puesta en escena y una escenografía muy confusa y barroca, con una gran acumulación de elementos que distraen al espectador (incluso algunos fellinianos o buñelianos) y desde luego que se alejan totalmente de la estética musical de una ópera romántica del siglo XIX.Es bien cierto que en efecto no hemos de conformarnos con una puesta en escena convencional o una escenografía de cartón -piedra, pero tampoco es necesario que aparezcan rótulos gigantescos tratando de dar consignas o apuntes o una ”explicación” conceptual o situar en categorías (por lo demás erróneas y desnortada), a los personajes de la obra.Fracaso pues, en la puesta en escena, a la que no ayudan en ningún caso ni la escenografía vanguardista , deliberadamente feísta y la iluminación con su rojo sangre constante, ni el vestuario (muy fellinian) de dudoso gusto (si bien hay algunos aciertos parciales, sobre todo en el movimiento escénico del coro y los figurantes en muchas escenas).Musicalmente, los cantantes cumplieron magníficamente con sus difíciles roles ,en especial Erwin Schrott, absolutamente extraordinario como Mefistófeles, luciendo una amplia variedad de registros y vocalmente excelente, soberbio, solvente, convincente.

Muy bien Lungu, como Marguerite aunque esperábamos más de su sólida técnica y hermoso timbre. Correctos Jordi (de timbre un tanto metálico) y Montague (con mucho oficio).Muy eficaz,fogosa, dramática y brillante dirección musical de Ettinger, si bien desfavorable a los cantantes por la dinámica un tanto estrecha y tendente al forte, exigiéndoles cantar a un volumen quizá excesivo y no arropándolos debidamente en los pasajes piano.Magnífico el coro , tanto en su empaste y prestación vocal, como adaptándose al movimiento escénico.Como siempre en el Teatro Real, muy cuidada producción, dada la complejidad del montaje de la Opera de Amsterdam.En definitiva, una función interesante pero fallida, y de cuya puesta en escena esperábamos mucho más.Ollé y la Fura no pudieron repetir lamentablemente éxitos anteriores en este foro.