El oro del Rhin” de Richard Wagner opera en Cuatro escenas, Primera Jornada de la Tetralogía

“El Anillo del Nibelungo

Función del 22 de Enero de 2019,

Teatro Real de Madrid

Producción de la Opera de Colonia

Dirección de escena:Robert Carsen

Escenógrafo Patrick Kinmoth

Elenco

Wotan  Greer Grimsley

Fricka  Sarah Connolly

Loge    Joseph Kaiser

Alberich Samuel Youn

Freia   Sophie Bevan

Fasolt  Alexander Tsymbalayuk

Erda   Ronnita Miller

Mime  Mikeldi Atxalandabasso

 

Coro y Orquesta del Teatro Real

Pablo Heras-Casado, director musical

El Teatro Real de Madrid ha presentado para abrir 2019 la primera Jornada de la “Tetralogía”, “El Anillo del Nibelungo”, la ópera “El Oro del Rhin” (Das Rheingold)  donde Wagner sienta la base argumental de su magna obra, basada en la saga de los nibelungos, la antiquísima leyenda nórdico-germánica que sirvió de iconografía y puntal filosófico-estético al romanticismo alemán y que se ha perpetuado con éxito hasta nuestros días.La excelsa ópera wagneriana encontró una correcta, aseada y aséptica interpretación musical bajo la batuta de Heras-Casado, de buenos tempi pero ayuna de emoción (salvo algunos explosivos “climax”) y trascendencia, que brilló totalmente por su ausencia, al frente de una nutrida plantilla orquestal-seis arpas al final- como manda el canon wagneriano.En el comienzo, la  moderna puesta en escena (es evidente que el público madrileño no desea para Wagner una escenografía de cartón-piedra), llamó la atención en el excelente preludio a la primera escena.

Sin embargo, a medida que se desarrolló la función resultó  muy decepcionante ya que el prestigioso director canadiense Robert Carsen se quedó a medio camino entre lo transgresor y lo tradicional, un navegar entre dos aguas que también potenció la desangelada y oscura escenografía de Kinmoth, que buscaba quizá el misterio o lo ignoto de la leyenda, si bien al menos ha de agradecerse la falta de grandilocuencia tanto en lo escénico como en lo musical, aunque  lamentablemente “El oro del Rhin” perdiera mucho de su grandeza y majestuosidad.A lo gélido de la puesta en escena-o precisamente por ello- contribuyó asimismo la actuación del elenco de cantantes, los cuales, si bien vocalmente solventaron sus roles adecuadamente, les faltó algo más de transmisión, emotividad y vis dramática.El Wotan de Greemsley fue tonante y hierático , el Loge de Kaiser excesivamente contenido , muy distante, las hijas del Rhin , correctas pero les faltó algo más de empaque y el Alberich de Samuel Youn , el más dramático , bastante convincente, aunque más pucciciano o verista que wagneriano, lejos de la estirpe de los grandes cantantes de antaño.El Fasolt de Tsymbalayuk fue excelente y  Erda , encarnada por Ronnita Miller, apuntó unas excelentes maneras.En la próxima temporada asistiremos a la Segunda Jornada de la Tetralogía, la maravillosa “Die Walkürie” (La Valquiria) que esperemos tenga algo más de pasión y fuego que este “Oro” tan misterioso, pero oscuro y frío como el hielo.

 

LUIS AGIUS