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Franz Schubert:

Sonata para piano número 21 D 960

Cuatro Impromptus op 90 D 899

Kathia Buniatishvili, piano

SONY CLASSICAL

La joven y gran pianista de origen georgiano Katia Buniatishvili -una de las estrellas del teclado más prometedoras del panorama actual- se enfrenta en el bellísimo y magnífico disco compacto que presenta SONY a las más grandes y hermosas piezas para piano de Franz Schubert, o lo que es los mismo a páginas inmortales  para piano a las que todo gran pianista que se precie ha querido enfrentarse y abordar en algún momento de su carrera y que gozan del absoluto favor del público melómano: los Impromptus D899 op 90 y especialmente la «joya de la corona» del legado pianístico de Schubert, la formidable Sonata D 960 en Si bemol mayor. En efecto, gigantes del piano como Sviatoslav Richter, Brendel, Barenboim, Zimerman, Leonskaja, Lupu, Pollini, nos han dejado grandiosas versiones de esta magna obra, lírica y melancólica, dramática y humorística, una trascendente y dolorosa despedida del mundo (quién sabe si el “requiem” que Schubert nunca compuso), pero en definitiva, una obra de una trascendencia sin igual.Esos grandes maestros citados nos han ofrecido registros memorables de esta Sonata, y la joven y extremadamente bien dotada musicalmente pianista rusa Kathia Buniatishvili no se queda atrás: su discurso es elocuente, su fraseo bellísimo, delicado y sensible y ala par agreste y enérgico cuando es preciso. Kathia asciende las cumbres y desciende los abismos schubertianos con sentido y sensibilidad y evidenciando los abruptos contrastes de la música. Magnífico primer movimiento, lírico, pausado, de gran naturalidad. Dramático andante, casi una elegía; fugaz y liviano tercer movimiento.Sobresaliente despedida en el cuarto movimiento donde el contraste de su amarga alegría se hace patente.La inmaculada técnica de la pianista rusa se despliega en toda su extensión en los Impromptus, servidos  con las máximas dosis de lirismo, virtuosismo, límpida digitación, extraordinarios matices, clima logrado. Aquí solo Pires se muestra superior a la georgiana, por su capacidad de introspección. Disco compacto, en suma, extraordinario, imprescindible para los melómanos, especialmente amantes de la maravillosa música de Schubert. Excelente toma de sonido, de amplísimo espectro dinámico.

LUIS AGIUS