Por Luis Agius

EL ENIGMA DE LEA: «EL EXITO DE UNA OPERA DE VANGUARDIA NO ES UNA POSIBILIDAD SINO UNA REALIDAD»

Rafael Argullol (1949) es ensayista, escritor, pensador, catedrático y autor del texto que sirve de base a la ópera “El Enigma de Lea”, a la que ha puesto música el compositor Benet Casablancas y que se ha estrenado en el Liceo de Barcelona con gran éxito de público y división de opiniones en la crítica.
Argullol, una de las grandes personalidades de la cultura de nuestro país, se acerca al PARNASO DE LAS ARTES y responde a las cuestiones que le planteamos sobre su experiencia operística y sobre su obra “El enigma de Lea” que ha publicado la prestigiosa editorial Acantilado.

PARNASO: Muchas gracias, Rafael por visitar el Parnaso de las Artes, es un gran honor para esta revista. ¿Qué lo motivó a escribir un texto para una ópera y por qué no le gusta llamarlo “libreto”?

R. A.: Sencillamente porque no lo es. En noviembre de 2011, Benet Casablancas me propuso hacer una ópera sobre un texto mío ya existente. Me quedé un tanto sorprendido y después pensé que era mejor escribir un texto nuevo y original. Desde el principio, Benet y yo mismo acordamos que debía tratarse de una ópera en la estela de Monteverdi, en la que la música y la poesía estuvieran en pie de igualdad. Si concebimos la ópera no como un mero soporte textual, el concepto de libreto es desafortunado y peyorativo. Con El Enigma de Lea, se trataba de recuperar el espíritu de la ópera, donde el texto no es un simple complemento. Por ello, mi escrito no se ajusta a la idea tradicional de “libreto”.

Parnaso: Si dijéramos que se trata de un texto no dramático, discursivo y filosófico, ¿estaría de acuerdo con estas afirmaciones?

R. A.: No. Se trata de un texto transversal, que establece una simbiosis continua de sensaciones e ideas. La filosofía para mí es narrativa. Cuando escribo un texto, lo hago pensando en su fusión con la música, en una trama, un argumento que tiene una estructura progresiva. Me parece absurdo una ópera sin ideas

Parnaso: Si nos refiriéramos a las óperas de Mozart-Da Ponte o de Schikaneder-Mozart , es decir , La flauta Mágica, ¿se sentiría identificado con esta forma de creación operística?

R. A.: No. El libreto de la Flauta es muy interesante, caótico, con elementos de iniciación masónicos muy atractivos, pero no me identifico respecto de mi labor en el texto de mi ópera. En el caso de Da Ponte, aun apreciándolo mucho como escritor y libretista, no tiene nada que ver con lo que he hecho junto a Benet Casablancas. De todas formas, tampoco me identifico con un cierto estilo actual de escribir textos para óperas contemporáneas, o “texto collage” a base de fragmentos dispersos o diferenciados, sin estructura. Puedo identificarme, es cierto, con Hugo von Hoffmansthal y con Stefan Zweig con sus textos o libretos para óperas de Richard Strauss, pero indudablemente mi opinión es que debe fusionarse texto y música y no me inspiré en ningún repertorio ni ópera o escritor en concreto.

PARNASO: Rafael, ¿considera usted que la ópera es un medio muy adecuado para la difusión de ideas? ¿Qué supone para un pensador involucrase en el mundo de la ópera, que tiene mucho de espectáculo, querámoslo o no? ¿Qué opina sobre los que critican la introducción de ideas o conceptos filosóficos en la ópera o el teatro, y acusan a los autores de estos textos o libretos de discursivos y anti-teatrales?

R. A.: A los que critican un teatro de ideas los invitaría a leer a los griegos y a Shakespeare. Es una cuestión de ignorancia. Por otro lado, la ópera del siglo XIX me parece un poco anacrónica. La ópera del siglo XXI, entendida como un espectáculo total, hay que acercarla a nuestra época: como no han de ser necesariamente cantables los textos o poesías que contiene, es adecuado que haya conceptos e ideas filosóficas

PARNASO: ¿Qué posibilidades tiene “El enigma de Lea” como ópera de vanguardia de llegar verdaderamente al gran público?

R. A.: No tiene posibilidades o mejor dicho ya es un éxito. El Liceo ha estado lleno a rebosar en todas las funciones y ya no debemos hablar de hipótesis sino de realidades. Una ópera contemporánea ha sido un éxito, que se ha producido, a través del boca-oreja. El resultado ha sido absolutamente satisfactorio. Podría y puede atraer perfectamente al gran público como toda ópera que se haga bien, basta con eso.Tengo esperanzas muy fundadas de que pueda verse en otros teatros.

PARNASO: Sin embargo, el panorama de la ópera, respecto de la ópera contemporánea, es complejo. Los programadores y directores artísticos tienen que contentar a todos los públicos y ofrecer tanto óperas del repertorio en montajes de “cartón piedra” como óperas de vanguardia que no son del gusto del público más conservador. Por otro lado, es obvio que estamos en un momento en el que prima la concepción de la cultura como espectáculo y, además, como espectáculo trivial. ¿Cómo ve Rafael Argullol el panorama cultural en España, en este aspecto y en general?

R. A.: Tanto el panorama cultural como el social lo veo dominado por la trivialidad y la ignorancia. Todo lo que va más allá del impacto parece muy arriesgado, pero, si no se arriesga, es lo mismo que en una clase o una conferencia, si bajamos el listón. Lo que hay que hacer es no ceder a una lectura de la existencia maniquea y trivial. Hay que transmitir la idea de que la Cultura es un instrumento esencial para vivir una existencia más placentera y dichosa. Lo que sucede en España en particular es que la Cultura se ve con menosprecio.Es algo que no he visto en ningún otro país de manera tan acusada. Se puede ser más o menos inculto, pero el nuevo “riquismo” y el simplismo que se traslada también a la política y a la educación es muy negativo. La respuesta está en contrarrestarlo.

PARNASO: Dado el éxito de esta aventura operística, ¿va a escribir Rafael Argullol otro texto para la ópera?

R. A.: Lo cierto es que no lo sé, me gustaría, pero es mucho trabajo y, además, me gusta ir renovándome. Es cierto que he tenido un par de ofertas y quizá es posible

PARNASO: Muchas gracias Rafael, enhorabuena y esperamos en todo caso cualquier otro texto o libro sobre temas filosóficos, estéticos, ensayos, etc. Libros como Viaje al fondo del mar, excepcionales, nos harán la espera más llevadera.