El Reino y el Jardín

«El Reino y el Jardín»

  • Autor: Giorgio Agamben
  • Traducción Ernesto Kavi
  • Editorial Sexto Piso, ensayo, 135  pags.

La editorial Sexto Piso presenta un apasionante ensayo debido a la pluma y a la capacidad sintética y analítica del filósofo italiano Giorgio Agamben (1942) en torno al concepto teológico-filosófico del paraíso terrenal (“Jardín”) y su estrecha e inevitable relación metafísica con el paraíso celestial (“Reino”) ofreciéndonos una amplia panorámica del profuso debate doctrinal entre los primeros teólogos, padres y doctores de la Iglesia (Agustín, Orígenes, Ambrosio, Pelagio, etc) respecto a este tema capital para el cristianismo en sus albores y en plena Edad Media, poniendo de manifiesto las divergencias entre la visión del “paraíso”,escolástica y académica de Tomás de Aquino, en contraposición a la literaria y visionaria de Dante  en su “Divina Comedia” y otros textos.En efecto, Agamben nos introduce en la discusión teológica sobre la naturaleza del pecado original cometido por Adán en el “Jardín del Edén”-así como sobre la del paraíso terrenal-y en las consecuencias  doctrinales de la consideración por los distintos doctores de la Iglesia acerca de la naturaleza de tal pecado original.

En este sentido, Agamben nos muestra que el debate fue muy intenso, entre la concepción de Erígena y las tesis de Agustín de Hipona en torno a un punto esencial, como el de  si la comisión del pecado original por Adán o bien no condena la naturaleza humana , que no sería entonces corrupta en sí misma (y “Jardín” sería entonces según Agamben, siguiendo a  Erígena, la propianaturaleza humana”, como  puro , ideal y potente símbolo de “paraíso”) sino solo el acto, o bien  si el pecado original (que introduce a la muerte en el escenario de la Historia del hombre  y provoca su expulsión del Edén por castigo divino) condena en su totalidad a la propia naturaleza humana, que deviene así en corrupta, y solo es redimible por la “gracia “divina a través de los sacramentos de la Iglesia (como según Agamben sostienen Agustín y, más tarde, Tomás de Aquino) con lo cual, como dijo Loisy, habría una identificación entre “Reino” e “Iglesia”, y entonces el Reino celestial constituiría  “el fin de los tiempos”, accediéndose al mismo en consecuencia, solo a través de la Iglesia.A este controvertido debate, se une en el libro otro sobre la visión y concepción del Jardín edénico, y su consiguiente “reflejo-espejo” en la “Jerusalén celeste”, anunciada por Cristo, quien, por otro lado, resalta Agamben , se refiera siempre en los Evangelios al “Reino” como algo ya no solo presente para sus coetáneos , sino incluso pretérito, lingüísticamente, “en perfecto”, tema que también fue objeto de una encendida controversia teologal.En este sentido , la visión de Dante , literaria y estética, se refiere a la conexión “Reino-Jardín” a través de la belleza, el amor (personificado en las idílicas figuras femeninas de Beatrice y de  Matelda,que camina alegremente por el paraíso terrenal según el gran autor italiano) y  la “beatitud”de esta vida.

Por último, Agamben concluye todo este “racconto” histórico de la especulación teológico-metafísca  en torno al paraíso terrenal bíblico, afirmando que “Reino” y “Jardín”  no son simplemente principio y fin de una cronología- ni mucho menos de una escatología- sino auténticos “vasos comunicantes”, una “coincidencia filosófica”, cuando afirma al final de su brillante síntesis: “Solo el Reino da acceso al Jardín , pero solo el Jardín hace pensable el Reino”.

LUIS AGIUS