«El pacto con la serpiente»

(Paralipómenos de “La Carne, la Muerte y el Diablo en la literatura romántico”)

Autor: Mario Praz

Editorial Acantilado, 660 páginas

Como si de un maravilloso y suculento festín se tratara el lector se sumerge en «El pacto de la serpiente» de Mario Praz (continuación de su anterior volumen de ensayos “La carne , la muerte y el diablo en la literatura romántica”, también publicado por Acantilado) y emprende un iniciático viaje a lo más profundo de la literatura y el arte románticos del siglo XIX, a lo largo y ancho de la cultura europea, si bien centrado en la literatura anglosajona, francesa e italiana, en la que este consumado escritor, ensayista, erudito y esteta que fue el italiano-y europeo y cosmopolita-Mario Praz (1896-1982)se nos aparece como un verdadero demiurgo o Virgilio, arrastrándonos a terrenos estéticos no transitados , glosando autores desconocidos para el gran público(que Praz denomina «galerá de excéntricos» como Symonds, Walter de la Mare o Vernon Lee) y otros absolutamente consagrados como Poe, Byron, Pater ,Wilde, D´ Annunzio o Proust. Pero no solo sobre literatura nos ilumina Mario Praz , sino asimismo sobre pintura (Fuseli, los prerrafaelitas) o escultura con sus polémicas afirmaciones sobre el maestro de maestros Auguste Rodin ,si bien su mano esculpida aporta al ensayista italiano un rayo de luminosa esperanza al mismo tiempo que una esclarecedora visión de la vida.Libro espléndido, monumental, lleno de interés, fruto de muchos años de reflexión, observación y estudio, escrito por Praz con un elegante estilo, lleno de cultismos, pero sin agotar nunca al lector, y a veces con cierta ironía y sentido del humor.El espíritu conservador de Praz no se oculta en ningún momento, pero esto no le hace perder en claridad, coherencia o sabiduría.Nos hace conocer, reconocer , saborear y disfrutar de la literatura del siglo XIX y del decadentismo en el arte, aportándonos valiosas reflexiones tanto sobre Poe como sobre Proust, Pater o Dante Rossetti o Wilde, sin un ápice de sentimentalismo, ni concesión alguna a lo hagiográfico. Excelente edición de Acantilado, editorial insuperable en esta clase de publicaciones que reivindican la transmisión de la erudición, convertida en el más íntimo y excelso placer.
LUIS AGIUS