WILLIAM MALTBY el gran duque de alba

“Inmenso y veraz retrato de  D.Fernando Álvarez de Toledo,III Duque de Alba”

«EL GRAN DUQUE DE ALBA»

Autor: William S. Maltby

Traducción: Eva Rodriguez Halffter 
Editorial ATALANTA  489 pags. Nº 18.Publicado en 2007.

En el marco de la conmemoración del decimoquinto aniversario de la fundación de la Editorial Atalanta, el Parnaso de las Artes quiere ofrecer a sus lectores-internautas varios comentarios críticos y divulgativos acerca tanto de sus excelentes y atractivas novedades editoriales del presente año 2020, como rescatar de su magnífico catálogo joyas literarias en diversas disciplinas (Narrativa, Ensayo, Historia, Bellas Artes, etc). Tal es el caso que nos ocupa en la presente reseña,dedicada a una formidable biografía de Fernando Álvarez de Toledo (1507-1582) el Gran Duque de Alba , una de las figuras históricas más importantes, apasionantes, controvertidas, polémicas y quizá injustamente tratadas por los historiadores, tanto al proporcionarnos datos falsos, inconexos o manipulados de su vida y su papel en la historia de España en el siglo XVI-junto a los dos más grandes soberanos de la Monarquia Hispánica, Carlos I de España y V de Alemania, el Emperador, y Felipe II, monarca cuya corona tuvo un alcance universal- como al  escribir estos historiadores no una biografía rigurosa y objetiva, como cabría esperar, sino  auténticas hagiografías que en nada contribuyeron a dar conocer correctamente su figura, sino que sembraron todavía más confusión en torno a la misma.

La biografía  que comentamos, que fue publicada por Atalanta en 2007 y cuyo autor es el prestigioso historiador e hispanista norteamericano William S. Maltby carece de los vicios apuntados.Por contra, es muy sólida y  rigurosa y nos presenta soberbiamente al personaje con todos sus matices, con todas sus luces y sus sombras, ofreciéndonos un relato pormenorizado de su vida, infancia, juventud (relación con Carlos V) madurez (relación con Felipe II y etapa en los Países Bajos) y relativamente amarga   etapa final (destierro en Uceda y rehabilitación en Portugal, dirigiendo su última campaña militar) siempre con la debida distancia que debe guardar un buen historiador, pero sin asepsia ni frialdad. Asi, Maltby que se documenta basándose en abundante correspondencia del Duque con Felipe II,otros nobles, cortesanos, colaboradores, familiares, etc nos ofrece un retrato psicológico magnífico y completo del Gran Duque de Alba, mostrándonos sus múltiples virtudes y defectos y las sorprendentes paradojas apreciables en su personalidad y conducta,  dentro del contexto histórico que le toco vivir, como un gran caballero, muy bien formado intelectualmente, aunque anti-intelectual, excelente militar y mejor estratega como demostró en los campos de batalla de toda Europa y Africa del Norte, pero prudente general, buen cortesano pero nada amigo de la vida cortesana, autoritario, displicente, intolerante, perosensible a la adversidades o calamidades sufridas por otros seres humanos, ya fueren o no amigos, jefe indiscutible venerado y respetado por sus soldados, hábil político y consejero, pero torpe en las intrigas palaciegas y nada diplomático en sus relaciones con sus enemigos en la Corte (Éboli, Antonio Pérez, etc)

Mención aparte merece su peculiar relación con Felipe II, una  relación por parte de Alba leal pero también de respeto -odio–despecho-decepción-mucho menos franca que la mantenida  con su padre, el Emperador, mientras que Felipe II, aunque le consideró casi siempre como consejero indispensable, le trató con frialdad e irritación, en especial al final de la vida del Duque (pese a su éxito político-militar en Portugal, en cuya capital  Lisboa murió en 1582)

Maltby , además de detenerse en las diferentes campañas militares en las que participó  Fernando Álvarez de Toledo,nos relata con minuciosidad su conocido y denostado mandato como gobernador general de los Países Bajos, enviado por Felipe II para restablecer su autoridad, sofocar la rebelión de los nobles flamencos y de los “herejes” protestantes  a sangre y fuego, pese a la reticencias del propio Alba, que intentó sin éxito advertir al monarca de la idoneidad de que tras la solución militar adoptada y conseguida por su pericia como capitán general, el soberano español fuera clemente y acudiera a Bruselas adoptando el papel de rey magnánimo y pacificador, ( lo que no ocurrió jamás)  y que llevó ala necesidad de un gobierno de Alba, que cometió graves errores al menospreciar y minusvalorar a los flamencos y su ansia de libertad e independencia política y económica y condujo a los desastres de la revuelta de 1572 que el Duque, harto, viejo y cansado, ahogó en sangre, sin excesivos resultados. Por último, Maltby nos ofrece una formidable semblanza del panorama de la complejísima política europea en el sigloXVI, en un inestable equilibrio entre las distintas potencias –la dominante España, rodeadad e enemigos, es decir, Inglaterra, Francia, los príncipes protestantes luteranos, Guillermo de Orange y los protestantes holandeses, etc, absolutamente enriquecedor y apasionante para el lector.En cuanto a la forma, la prosa de Maltby es de un limpio y claro estilo expositivo, de muy fácil y amena  lectura, introduciéndonos admirablemente, gracias a la reproducción literal de fragmento epistolares del Duque o de otras figuras históricas, como cartas del propio rey Felipe II, en los temas esenciales, indispensables para comprender la figura histórica del Gran Duque de Alba, el papel que , a su pesar, desempeñó y el alto precio personal que tuvo que pagar a especialmente al final de su vida -debido a la caída en desgracia de su hijo Fadrique y los problemas aparejados por ello-.No es preciso resaltar que ,en esta extraordinaria biografía, Maltby desmonta tanto la «leyenda negra» que ha acompañado a la figura del III Duque de Alba, a lo largo de la Historia europea desde el siglo XVI como un hombre cruel, sanguinario y despiadado, como los aspectos hagiográficos que en otras biografías lo han ensalzado como un héroe sin mácula, de proporciones titánicas.Maltby , nos ayuda a situar al hombre y al personaje , en su justa medida, como lo que realmente  fue (y simbolizó), es decir, un gran caballero y hombre de su tiempo, cuya nobleza y capacidad como militar y hombre de Estado están fuera de toda duda, pero que también cometió graves errores políticos y personales.Libro, en suma, imprescindible para los estudiosos de la figura de Fernando Álvarez de Toledo, III Duque de Alba y para los interesados en la Historia de España.Excelente edición de Atalanta, con una muy cuidada traducción y presentación, y gran número de notas bibliográficas. Recomendación absoluta.

LUIS AGIUS