cubierta-viaje-de-invierno

“Viaje de Invierno” de Schubert, Anatomía de una obsesión

Autor: Ian Bostridge

Editorial Acantilado, nº 385

386 páginas

El prestigioso tenor británico Ian Bostridge, experto y controvertido cantante, intérprete consumado de “Winterreise” D 911 (“Viaje de invierno”, 1827) , ciclo de 24 lieder (canciones) para voz y piano de Franz Schubert (1797-1828) sobre poemas de Wilhem Mueller, nos ofrece en el ambicioso libro que comentamos, un análisis pormenorizado (canción por canción), de esta magna obra, análisis en ocasiones fascinante y en otras sorprendente o irritante de la, sin duda, ”joya de la corona” del catálogo schubertiano, una obra trascendental y trascendente sobre la que existe una extensísima literatura musicológica y no musicológica, quizá excesiva. El subtítulo “Anatomía de una obsesión“ aclara poco lo que Bostridge quiere plantearnos- ¿le obsesiona “Winterreise”? ¿es esa obsesión “patológica?- que no queda convenientemente expuesto ni a los ojos del melómano avezado amante del lied (al que poco aporta de novedoso), ni a los del desconocedor de esta obra musical (que se sentirá perdido por un exceso de información mezclada con presunciones o intuiciones un tanto confusas). Ciertamente, es innegable que Bostridge realiza reflexiones muy personales y atractivas sobre cada una de las canciones y su interpretación desde su experiencia musical, y en el libro, el tenor británico sitúa plausiblemente cada canción en su contexto o meta-contexto histórico, simbólico y sociológico, pero sus análisis musicales son un tanto decepcionantes por lo pedestre e incompleto. La traducción no ayuda nada en ningún aspecto ni en fondo ni forma a un libro que podría haberse convertido en una joya de la literatura musical, pero que queda muy lejos de ello. Otros cantantes, desde un innegable magisterio, como es el caso del histórico gran barítono alemán Dietrich Fischer-Dieskau (que grabó en innumerables ocasiones Viaje de invierno y lo interpretó con pianistas de la talla de Barenboim, Gerald Moore, Maurizio Pollini, Demus, Brendel, etc) han aportado mucho más en sus textos a la esencia y comprensión de ese agónico y desolador viaje hacia la nada que supone y significa “Viaje de Invierno”, en verdad un nihilista viaje del hombre del siglo XIX entre gélidos paisajes invernales y también un desolador viaje del artista romántico, un trasunto del propio Schubert, que caminó, siendo un gigante, como un enano entre sus contemporáneos, sepultado por la alargada sombra del titánico Beethoven y por la estulticia e incomprensión musical y existencial de la frívola Viena “Biedermeyer”. Excelente edición de Acantilado, con reproducciones de cuadros de Friedrich y gran profusión de fotos, grabados y dibujos.

LUIS AGIUS