El rio del frances

Ed. Alba, col. Rara Avis. Barcelona (2019), 243 págs.

Traducción de Concha Cardeñoso Sáenz de Miera

(t. o.: Frenchman’s Creek)

(ISBN: 978-84-9065-559-7)

El éxito de la versión cinematográfica de algunas de sus narraciones, como Rebeca o Los pájaros, dirigidas por Hitchcock, ha podido ensombrecer la calidad literaria de las novelas de esta escritora británica (1907-1989), que Alba está recuperando, pues, antes de esta, se han editado, en la colección Rara Avis, La posada de Jamaica y Mi prima Rachel. El río del Francés (1941) está ambientada en la zona de Cornualles –bien conocida por Du Maurier–, en el siglo XVII, cuando en Inglaterra se ha restaurado la monarquía después del periodo de puritanismo de Oliver Cromwell (1649-1660).

Lady Dona St. Columb está casada con un baronet, frívolo, holgazán y satisfecho de sí mismo, al que más bien aborrece. Cansada del ambiente de la corte de Carlos II, donde su conducta da pie a muchas habladurías, decide trasladarse con sus dos hijos a Navron House, la solitaria mansión de la familia de su marido, en la ría de Helford (Cornualles). Los terratenientes de la zona están muy agitados por las irrupciones de un escurridizo pirata bretón, al que no consiguen apresar. El encuentro con Jean-Benoit Aubéry cambia la vida de Dona, que se dedicará a protegerlo, con la ayuda de uno de los criados, aunque trate de disimularlo ante su marido y sus paisanos, lo que da pie a situaciones comprometedoras. Esta historia de pasiones e intrigas está muy bien contada, con un ritmo ágil, con una ambientación excelente y con tensión bien dosificada hasta el desenlace. Du Maurier nos ofrece también magníficas descripciones de los paisajes de Cornualles. Pero, además, la escritora sabe captar bien la psicología de los personajes, a través de los diálogos, sobre todo, y de sutiles detalles. Aunque trate de tiempos lejanos, plantea cuestiones bien actuales como el papel de la mujer en la sociedad, su capacidad para emanciparse, para enfrentarse a retos peligrosos… Una historia a la que no faltan toques románticos, muy adecuada para disfrutar de una buena lectura durante las vacaciones.

Luis Ramoneda