El Paraíso Esquivo, Luis Agius

Si existe una constante en cualquier hombre de cualquier época es la búsqueda del sentido de su existencia. Los filósofos, los teólogos, los sociólogos, incluso los políticos se esfuerzan en desarrollar teorías que tratan de sintetizar un único sentido existencial aplicable a todos. Pienso que no es posible, que si lo fuera, ya se habría conseguido (existiría una única “filosofía verdadera”). En lo que se refiere a la enorme complejidad del ser humano los comunes denominadores acaban en meros esquemas, a menudo insuficientes. En definitiva: el sentido de la existencia deja de ser una meta para convertirse en un camino complejo que acabamos recorriendo a solas.

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¿Existe un paraíso?, ¿es posible encontrar el sentido de la vida: la “Verdad”?, ¿dónde se encuentra? Con el sugerente título de “El paraíso esquivo”, Luis Agius realiza un viaje honesto y crítico en busca de ese paraíso de la Verdad. Es un libro de capítulos breves, dinámicos, sencillos de leer, en los que se alterna el relato y el ensayo. Con frecuencia vemos que los distintos personajes que transcurren por las historias se encuentran ante el desasosiego último de la falta de sentido de su existencia. En otros, en cambio, encuentran esa Verdad luminosa en lugares insospechados, aunque siempre fugaces.

“El paraíso esquivo” es un libro que, a través de la variedad de sus relatos, nos induce a realizar una introspección propia proponiéndonos distintos puntos de vista, que no dejará a ningún lector indiferente. Se describe al ser humano como un ser incapaz de encontrar el sentido de la vida a través de la razón pero con la necesidad de encontrarla a través de la razón. Siendo, esta paradoja, la que se transforma en un “ansia desasosegante” por imposible de saciar. Indudablemente es un libro arriesgado, en donde Luis Agius no teme hacer frente a los aspectos que nuestra sociedad esconde o ridiculiza con tal de que su búsqueda sea honesta: la presencia del mal y de la tentación, el existencialismo de quien se juega su vida para perderla, el amor sublimado, la nostalgia, el no arrepentimiento de quien considera más honesto (mas cercano a la Verdad) pedir justicia ante sus errores y por tanto una condena, que suplicar perdón.

Quizá habría que hacer una mención especial a los cuatro Paraísos Terrenales, escritos en forma de ensayo, de quien es conocedor de su esencia y es capaz de transcender su mera imagen colectiva. Lisboa como ciudad en que la literatura se hace real. Estambul como paraíso para el viajero místico de la historia y sus vestigios. El Atlas Sur en donde aún se vive a salvo de los males de la modernidad. Y Venecia, el paraíso de los sentidos y del intelecto, que se hunde irremediablemente en las frías aguas italianas y en la decadencia de la globalización.

Agius termina este muy recomendable libro con una poesía (el último genero literario que faltaba en el libro) a la que titula: Viaje a Ítaca. Es, esta poesía, una reflexión final, un resumen lírico, sobre el laberinto en que se convierte cada vida de cada ser humano, en donde, a pesar de los senderos apacibles por donde discurre a veces, nada le acaba saciando.

Rafael Alvarez Avello

Rafael Alvarez Avello (1969) es abogado y escritor.Ha publicado diversos libros, entre los que destacan la novela “Recuerde el alma dormida” y “Cartas de amor a Hortensia”