Recital de Piano

KHATIA BUNIATISHVILI ,piano

Sonatas para piano de  Beethoven: La Tempestad,  op 31, 2,Claro de Luna op 27, 2, Patética, op 13, Appassionata, op 57

Ciclo de Grandes Intérpretes de Scherzo

Auditorio Nacional, 29 de Octubre de 2019

La excepcional pianista georgiana Khatia Buniatishvili, una de las intérpretes más admirables y admiradas  y con mayor proyección en el panorama internacional y, por su juventud, depositaria de grandes esperanzas entre los melómanos, ofreció el pasado martes 29 de Octubre, dentro del Ciclo de Grandes Intérpretes de la revista Scherzo un recital dedicado íntegramente a célebres e inmortales Sonatas para piano de Beethoven, sobradamente conocidas de todos y que no necesitan ni de glosa ni de presentación, archigrabadas y tocadas desde el siglo XIX y el XX por profesionales y amateurs y todos los grandes pianistas de la Historia. Khatia lució su portentosa técnica, su maravillosa digitación, su cuidado y elegante fraseo, si bien estuvo quizá demasiado arrolladora, aportando una visión muy bella, pero muy romántica de esta obras, construyendo una  interpretación muy vistosa y ciertamente atractiva, pero “a lo Liszt”. Los abruptos contrastes dinámicos eran un tanto forzados, más propios de un ejecución de la segunda mitad del siglo XIX o de la primera del XX, que de la segunda mitad del siglo XX o lo que llevamos del siglo XXI, en cuanto al rigor y al componente clásico, pero heróico de estas obras, que son dramáticas, titánicas, pero no románticas en el sentido “listziano”, “chopiniano” o “schumaniano” del término y además le faltó a la gran pianista cierta capacidad de introspección. El fraseo en los movimientos lentos, estuvo sin embargo muy cuidado, fue muy expresivo y elocuente, mientras que en algunos movimientos rápidos, especialmente en una Sonata Appassionatta demasiado fuera de control, cuyas codas de los movimientos extremos quedaron un tanto borrosas y confusas, fueron extremos y un tanto desequilibrados. Cabe destacar que Buniatishvili no realizó ninguna repetición de las exposiciones de los movimientos iniciales como mandan los cánones de la forma sonata, hizo un uso amplio del pedal, y acentuó soberbiamente. La Sonata mejor resuelta  en cuanto a interpretación fue la Patética, que hizo honor a su nombre y fue la más dramática, clasicista y equilibrada. El Allegretto de la Tempestad fue magnífico con un fraseo delicado, pero urgente, y arranques tormentosos excelentes y el Presto Agitato de la Claro de Luna muy virtuosístico, y arrollador, pero sobrio, nunca de cara a la galería. La Appasionata, bien ejecutada,  fue empero excesivamente volcánica, con un Allegretto muy bello , lleno de detalles, pero sin hacernos olvidar en su conjunto a Sviatoslav Richter, Emil Gilels, Maurizio Pollini, poderosos virtuosos, pero más ortodoxos e introspectivos o el mismísimo Arthur Rubinstein, experto chopiniano, pero que tocaba espléndidamente esta Sonata, con un fraseo y un arrojo excepcionales. Khatia Buniatishvili demostró, sin duda, que es una grandísima pianista, pero también dejó patente que Beethoven no es el repertorio más adecuado a su pianismo , de altísimo voltaje romántico (Liszt, Rachmaninov).

LUIS AGIUS