GUILLERMO SOLANA:”HOY DIA LOS MUSEOS SE JUSTIFICAN SOLO POR SU CAPACIDAD DE ATRAER EL TURISMO.SE TRATA DE UN FETICHISMO TRISTE”

Guillermo Solana es Director Artístico del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza  y una de las personalidades más importantes del panorama cultural de nuestro país.Nos abre las puertas de la Colección Thyssen-Bornemisza y conversa para el Parnaso de las Artes sobre distintos temas relacionados con la Colección Thyssen y el arte en general.

PARNASO/LUIS AGIUS.– Muchas gracias, Guillermo por abrir al Parnaso de las Artes las puertas del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y atender nuestras preguntas.¿Cómo valora el desarrollo de la actual temporada de exposiciones temporales en el Museo Thyssen? ¿Está satisfecho de la respuesta del público?

GUILLERMO SOLANA.- Estoy satisfecho con la marcha de la exposición Balthus, que ha tenido una respuesta entusiasta, mientras que la anterior, dedicada a Beckmann me decepcionó en cuanto al resultado, tuvo menos afluencia de lo que esperábamos porque no es un pintor tan conocido en España. Próximamente tendremos una exposición sobre Balenciaga y la pintura española y al final de este año otra sobre los impresionistas y la fotografía, debida al excelente trabajo de Paloma Alarcó. Se piensa que los impresionistas trabajaban siempre al aire libre, del natural, “dal vivo”, pero nada más lejos de la realidad. Monet se enfadaba mucho cuando se le mencionaba que trabajaba con fotografías, herramienta no excesivamente decorosa para la época. En esta exposición, que confío que sea muy atractiva, habrá cuadros de paisajes, desnudo, naturalezas muertas, etc. Vamos a tener muchas piezas de Degas y estamos muy contentos por ello.

PARNASO.– A lo largo de su experiencia como Director Artístico del MuseoThyssen qué elementos destacaría como más relevantes de la Colección Thyssen-Bornemisza en especial respecto a otras colecciones privadas como la Gulbenkian, etc y que marcan la diferencia con el resto? ¿Por qué hay que venir a Madrid desde México, Tokio, Ohio o Zamora para verla?

G.SOLANA.- La Colección Thyssen no es una colección muy numerosa. Tiene unas 800 piezas, la parte principal de los barones Thyssen y tiene un acusado carácter enciclopédico y esto es poco común en España. Por ejemplo, el Prado, que es un Museo grandioso, está muy concentrado en la tradición de la “pintura-pintura” (España, Flandes, Venecia) con los grandes maestros Tiziano, Rubens, Velázquez, Goya. En cambio, en otras áreas se encuentra en peores condiciones respecto a variedad.El Museo Thyssen-Bornemisza tiene un poco de todo y piezas maestras de muy diversos estilos.Esto en Estados Unidos es más frecuente , debido a que los coleccionistas americanos querían mostrar todos los estilos de la pintura europea.Por otro lado la Colección está marcada por “dos colecciones”: la del primer barón Thyssen (años 20-30 del siglo XX) basada en el retrato (ejemplos, Carpaccio, Holbein, la propia Santa Catalina de Caravaggio, de la que hay indicios de que puede tratarse de un retrato, el autorretrato de Rembrandt, etc) y la del segundo barón Thyssen (Heinrich) , en la que ya no hay un género dominante sino un afán de explorar todos los movimientos de vanguardia desde el impresionismo hasta Bacon y Lucien Freud. También tuvo la intención de adquirir obras maestras de Picasso, Matisse, el expresionismo alemán, etc. Los dos barones tenían la concepción de construir una colección siguiendo el modelo de los museos: había que tener los grandes nombres y los grandes movimientos según un rumbo sistemático. El primer barón quería hacer algo así como una segunda “Alte Pinakothek” de Munich.

Guillermo Solana

PARNASO.- Guillermo, dado el fenómeno del turismo masivo globalizado, ¿lo considera positivo o negativo para los museos de pintura si los entendemos como templos del arte destinados a conservar las obras maestras de la pintura en las mejores condiciones, sin perjuicio de “hacer caja” con esta función?  O por el contrario no deben ser “templos del arte”?Usted ha declarado que no le gustaría tener “la Gioconda “ en el Thyssen…

G.SOLANA.- El fenómeno de la “Gioconda” aquí en el Thyssen lo distorsionaría todo.No hay espacio y no lo envidio. El “status” de icono absoluto del arte es un lastre. Hace décadas que la Gioconda debía haber sido limpiada, pero supone demasiados riesgos. No se la ha limpiado por no afrontar los riesgos de que la imagen de la Gioconda se modifique.

Parnaso:- Pero con la Sixtina sí se afrontaron…

G.SOLANA.- Ciertamente, pero la restauración de la Sixtina provocó cierta polémica: hubo gente que dijo que ese Miguel Angel tan colorista era falso, y que “el tiempo también pinta”, es decir , lo que se le reprocha a los restauradores “científicos”. A mí la Gioconda no me fascina especialmente. Como pasa con iconos, su prestigio viene de temas extrapictóricos (la leyenda de la sonrisa, el robo de 1911, etc). Para mí “El hombre del guante” de Tiziano resulta más fascinante. Yo desearía para el Thyssen muchos Vermeer, Caravaggio, o Tiziano…

PARNASO.- Y no temería al turismo masivo…

G.SOLANA.- El Thyssen no corre tanto riesgo. La Colección no es visitada masivamente por multitudes. Lo que no me gusta de la relación del turismo y los museos es que para los políticos el turismo sea la única justificación de los museos. No se justifican los museos por el prestigio cultural, sino por los turistas que los visitan y se trata de un fetichismo triste. Los museos están pensados para toda la población: el pensador Slavoj Zizek habló de la “interpasividad”: delegamos no solo nuestras tareas sino también nuestra capacidad de disfrute (ahí tenemos como ejemplos fenómenos de delegación como el de las antiguas plañideras, o las risas enlatadas en los programas de televisión). Con el tema de los museos, los políticos intentan convencerte de que es bueno que se construyan para que afluyan los turistas y por si acaso para que los niños los visiten. El museo, sin embargo, es para todos, es para que el ciudadano acuda y lo disfrute. En ciertas ciudades de la costa española se construyen museos para que los turistas afluyan.

PARNASO.– ¿Cuáles son los principales problemas o peligros que tiene que afrontar la Colección Thyssen –Bornemisza en estos momentos? ¿viabilidad económica, anquilosamiento? ¿la permanencia de la Colección en España está asegurada ¿le afecta la actual incertidumbre política?

G.SOLANA.- La permanencia de la Colección está absolutamente garantizada. Fue vendida al Estado español en 1993 y es inalienable. La colección de la baronesa, que está en depósito y que comprende unas 250 obras, aproximadamente una cuarta parte de la Colección Thyssen, depende de élla. Actualmente el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza exhibe unas 750 piezas de la colección permanente.Si la colección de la baronesa se fuera supondría una pérdida grave pero no insuperable.El futuro del Museo está asegurado, ya que el Estado se hace cargo del mantenimiento de la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza. El riesgo que tenemos que  afrontar estriba en el hecho de que las exposiciones temporales son cada vez más costosas (seguros, transportes, etc). Habría que subir tanto el precio de las entradas, que el público quizá no estaría dispuesto a asumirlo y harían falta subvenciones del Estado. Si los costes siguen siendo tanto altos, lo que puede ocurrir es que vaya declinando la capacidad del Museo de organizar actividades y publicaciones y quedemos paralizados. El rendimiento de los museos (salvo Louvre y Uffizi) es decreciente.Incluso el MOMA ha tenido que introducir una tarifa de pago obligatorio. Por tanto, el rendimiento decreciente del Museo en el futuro puede hacer que nos quedemos “en sordina”, con menos capacidad de actuación.

PARNASO.– En repetidas ocasiones, usted y otros directivos del Museo se refieren a la baronesa Thyssen como su principal valor ¿Cuál es en estos momentos su papel en relación a la Colección Thyssen?

G.SOLANA.– La Baronesa Thyssen es la persona que hizo posible que la Colección viniera a España. Si la esposa del barón Thyssen hubiese sido china, no habría duda de que la Colección estaría en Shanghai. Hubo otras personas que colaboraron a su esfuerzo: González, Javier Solana, Gómez- Acebo, el abogado Rodrigo Uría, etc. Actualmente la baronesa es Vicepresidenta vitalicia del Museo y por otro lado sigo siendo una activa coleccionista, y su labor no se agota en Madrid, sino que ha creado el Museo Carmen Thyssen en Málaga y otro en San Feliú de Guixols, así como un espacio, que es más bien una galería, en Andorra, a la que presta varias de sus obras.

PARNASO.– Guillermo,en su opinión ¿cuál es el mejor modo de atraer nuevos públicos y más jóvenes a los museos de pintura en general y al Thyssen en particular?

GSOLANA.- Es muy difícil atraer a los jóvenes. Su cultura es muy distinta. No menosprecio las nuevas formas de comunicación cultural. Hacemos cosas para atraerlos, como por ejemplo el videojuego Nubla, para crear aventuras a través de la Colección, así como desarrollamos  toda una serie de actividades relacionandas con el “graffiti”, el cómic, instagram, etc. Aun así el problema de fondo es un problema de brecha generacional. Podría suceder que, en el futuro, los museos se conviertan en lugares frecuentados por personas muy singulares y que dejen de ser lugares de consumo generalizado de cultura. Por otro lado, la edad de los visitantes de los museos ha envejecido a un ritmo pavoroso, así como la de los coleccionistas de arte.

PARNASO.– Guillermo, vivimos en una época donde la trivialización de la cultura alcanza un nivel insoportable. ¿Cómo observa este fenómeno desde su posición como director artístico del Museo?

GSOLANA.– Hay un fenómeno consustancial a la cultura de masas que consiste en  mecanismos de repetición y de eliminación de la complejidad. Recuerdo a este respecto un artículo de Adorno de 1938, en el campo de la recepción de la música clásica, aplicable a la cultura en general: la cultura de masas concentra la popularidad, el prestigio en un número restringido de iconos. Por ejemplo, la Quinta Sinfonía de Beethoven es absolutamente conocida, hasta la sociedad y la Cuarta Sinfonía, no existe. Unos productos por ser más pegadizos o por presentar rasgos más superficiales han sido mejor admitidos y han relegado lo más rico o complejo y así ha disminuido y disminuye actualmente el repertorio de obras artísticas conocidas o valoradas. En el mundo del Arte no ha habido una ampliación del gusto, sino lo que el público conoce se reduce cada día. Tengo montones de pruebas de ello. Por ejemplo hace años tuve la ideas de programar a un pintor francés Raoul Dufy, que no figura como un grande de la pintura: ha sido devorado y quizá con razón por Picasso y Matisse pero en mi juventud, hace unos 40 años, era conocido y valorado. Ahora ya no lo es. La cultura de masas es amnésica. Olvida lo de la temporada anterior y lo de hace diez años está profundamente enterrado. El impresionismo se reduce a Monet, el barroco es Caravaggio, Rembrandt y Velázquez y ni siquiera Rubens es ya tan valorado y conocido. El repertorio se está empobreciendo y se reduce el margen de maniobra. Todos los museos exhiben los mismos nombres. Además hay una banalización y recorte de todo lo complejo.

PARNASO.– Cuando se plantea organizar una exposición temporal, ¿cuáles son los criterios artísticos prioritarios para usted: renombre del pintor, estilo, escuela, vinculación con la colección, carácter rompedor, etc?

GSOLANA.– En efecto, en primer lugar la conexión con la Colección, aunque no siempre. Vamos a programar una exposición de RemediosVaro, que por su calidad y su condición de pintora, requiere que se haga. Otros criterios serían las expectativas de éxito de público, si bien nos podemos permitir un “no éxito” por el hecho de recuperar a un pintor olvidado que lo merezca, y por último la variedad: siempre clásicos modernos, exposiciones de arte y moda que funcionan muy bien, y un gran maestro antiguo.

PARNASO.- ¿Qué pintor o pintores le gustaría traer al Thyssen y no lo ha hecho?

GSOLANA.- Me gustaría Friedrich, pero es muy difícil porque está muy demandado. A principios de los 90 se hizo una retrospectiva en el Prado y sería bueno hacer una nueva exposición, pero los museos alemanes son reacios a ceder sus cuadros. 

PARNASO.– Guillermo , permítame ahora que le plantee un pequeño “juego” que creemos que pueder ser  muy interesante y aleccionador para los lectores del Parnaso y es que nos comente, desde su gran experiencia y conocimiento , con una sola palabra, y de forma espontánea, lo que le sugieren los nombres de los siguientes grandes maestros de la pintura, unos universalmente conocidos y otros menos:

santa catalina de alejandria caravaggio

GRUNEWALD           

TIZIANO                    

CARAVAGGIO          

POUSSIN                  

REMBRANDT

VERMEER                 

FUSELI           

GERICAULT   

GOYA            

TURNER                    

VAN GOGH   

PICASSO                   

FRIDA KAHLO          

POLLOCK                  

BACON                     

ANTONIO SAURA

ANTONIO LOPEZ

FERNADO ZOBEL

“Dolor”

“Alegría de vivir”

“Intensidad”

“Norma”

“Empatía”

“Pureza”

“Lo onírico”

“Violencia”

“Protesta”

“Cósmico”

“Visión”

“Metamorfosis”

“Autorretrato”

“Serenidad cósmica”

“Maldad”

“Tradición”

“Paciencia”

“Estilo”

PARNASO.- Por último, la más grave cuestión.Imaginemos. Se declara un pavoroso incendio en el Museo, los bomberos no acuden, no hay agua y todo el mundo huye despavorido, excepto usted: lamentablemente solo puede salvar un cuadro. ¿Qué lienzo salvaría?

G.SOLANA.– Hay un protocolo establecido para ese caso, por el cual es obligatorio salvar primero los cuadros que no pertenezcan  a la Colección y que se estuvieran exhibiendo en el momento de un incendio. En cuanto a qué lienzo salvaría de la colección Thyssen –Bornemisza, creo que salvaría la “Santa Catalina de Alejandria” de Caravaggio.

PARNASO.- Muchas gracias Guillermo, le deseamos el mayor de los éxitos al frente del Museo Thyssen-Bornemisza.

© LUIS AGIUS