escríbelo kisch

¡Escríbelo, Kisch!

Traducción de Rosa Pilar Blanco

Ed. Xordica. Zaragoza (2018), 330 págs.

(t.o.: Schreib das auf, Kisch!)

Egon Erwin Kisch nace en Praga en 1885, judío, hijo de comerciantes, estudia periodismo en Berlín y fallece en 1948, en Praga, después de haber vivido en diversos países europeos y también en Estados Unidos y en México. Escribía en alemán y estuvo comprometido en los acontecimientos tan convulsos de la primera mitad del siglo XX. Al estallar la Primera Guerra Mundial, es movilizado el 31 de julio de 1914, junto con otros reservistas, y enviado al frente en el que el ejército imperial lucha contra los serbios. Al caer gravemente herido, es ascendido a cadete y devuelto a Praga, el 22 de marzo de 1915.

Durante aquellos meses, Kisch escribió un diario, a veces en condiciones penosísimas, por falta de medios o por las circunstancias bélicas en las que se encontraba inmerso. El resultado es un texto, publicado en 1930, que sorprende al lector por la abundancia y precisión de los datos que aporta sobre lugares, personas, movimientos de tropas…, por la calidad y el ritmo de la prosa, y por la magnitud de horrores y crueldades que describe como testigo directo.

Kisch se muestra muy crítico con las decisiones de los mandos militares, con las manipulaciones de partes y comunicados de unos y de otros, y muestra, junto con actos de heroísmo, otros de vileza, de quienes tratan de sacar partido cobardemente de sus privilegios. La dureza de aquellos meses está expuesta con gran objetividad, a lo que se añade el dolor por ver morir a tantos soldados, entre los que se cuentan muchos amigos y conocidos suyos, y también al ser testigo de los efectos de la guerra en la población civil. El resultado es un libro estremecedor, bien traducido, que invita a reflexionar y a desear decididamente la paz.

Luis Ramoneda