exposicion impresionistas Thyssen

Desde el pasado 15 de octubre y hasta el 26 de enero de 2020, se puede visitar, en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, la sugerente exposición “Los impresionistas y la fotografía”, con la que se pretende mostrar la influencia mutua entre los fotógrafos franceses más destacados del siglo XIX –es decir, casi en los inicios de la fotografía–, y los pintores impresionistas, con los que establecieron interesantes vínculos. El estudio de la luz, la asimetría espacial, los planos truncados, la instantaneidad de la fotografía influirán en la pintura; pero también los fotógrafos tratarán de acercarse a esta y al dibujo con innovaciones en la composición y en la iluminación y con los intentos de difuminación de la imagen.  

La muestra se distribuye en nueve secciones: 

“El bosque”, con cuadros de predecesores de los impresionistas como Courbet, Corot, Rousseau, Daubigny, y de Pissaro, “el primer impresionista”, según Cézanne; y fotografías de Le Gray, Cuvelier, Le Secq de los alrededores de París. 

“Figuras en el paisaje”, con pinturas de Monet, Manet, Bazille y Bracquemond y fotografías de Olympe Aguado y Baldus. 

“El agua”, con predominio de temas marinos, tanto en las fotografías de Le Gray como en las pinturas de Boudin y Monet, y con los paisajes fluviales de Monet y Sisley y de los fotógrafos Aguado y Silvy. 

“En el campo”, con las novedosas interpretaciones del paisaje de Renoir, Monet, Caillebotte y de fotógrafos como Quinet, Atget, Marville o Demachy. 

“Los monumentos”, con fotografías de edificios emblemáticos que algunos de los autores ya citados realizaron por encargo del gobierno por toda Francia, lo que despertó el interés de los impresionistas, especialmente de Monet, Sisley y Caillebotte por los motivos arquitectónicos. 

“La ciudad”, con los primeros daguerrotipos de zonas de París de Louis Daguerre y las fotografías panorámicas de sus discípulos, que influyeron  en pintores como Caillebotte, Morisot, Sisley o Morisot. 

“El retrato”, con muestras de la repercusión de las instantáneas fotográficas populares de Nadar en pintores como Manet, Degas, que usaron también la cámara fotográfica. 

“El cuerpo”, con fotografías de Moulin, Durieu, Belloc, Le Gray o Bethier y Muybridge que influyeron sobre todo en los estudios de Degas sobre el movimiento corporal. 

La exposición se concluye con “El archivo”, donde se muestran las fotografías de cuadros de Manet realizadas por Anatole-Louis Godet, en las que el propio pintor efectuó retoques; y la carpeta de fotograbados de obras de Degas seleccionadas por este.

Algunos cuadros son bien conocidos, por pertenecer a los fondos del propio Museo, pero la mayoría procede de galerías de Europa y de América y de colecciones privadas, por lo que será una magnífica ocasión para contemplarlos. 

El impresionismo tiene tirón, atrae a un público amplio, quizá por ser una pintura luminosa, bastante figurativa, vitalista, asequible. En los últimos años, ha habido excelentes exposiciones tanto en el museo Thyssen como en otros de Madrid y de otras ciudades españolas, pero esta exposición nos ofrece algo más, la posibilidad de cotejar la influencia de la fotografía –forma artística incipiente entonces–, con un arte tan multisecular como la pintura.

Luis Ramoneda